Sufrir alguna enfermedad o tener alguna discapacidad incrementa el riesgo de suicidio en quienes la padecen, comentó la doctora Julissa del Rosario Ibáñez Ruelas, psiquiatra del Hospital General de Zona (HGZ) Nº 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

 

Enfermedades crónico-degenerativas como el cáncer, sida, trastornos neurológicos, sexuales y mentales condicionan dicha acción; además, existe un vínculo entre la enfermedad mental y suicidio, por lo que los familiares de dichos pacientes deben tener especial atención.

 

En el caso de menores de edad, las causas del suicidio pueden ser problemas familiares, amorosos, depresión, ansiedad o abuso de sustancias, y  los signos de alerta son que se tornan más aislados y se refugian en las redes sociales o Internet.

 

Sin embargo, la realidad es que cuando alguien habla sobre suicidarse, hay que tomarlo muy en serio, el sufrimiento emocional que tiene el suicida, no es voluntario, no es suficiente tener fuerza de voluntad para superarlo, requiere atención de un profesional.

 

La psiquiatra dijo que se debe buscar ayuda en familia, ya que muchas veces es tan grave la situación de un intento de suicidio, que ya está rebasada la capacidad de los padres.

 

La persona puede verse tranquila porque piensa que ya encontró la solución a sus problemas, pero en realidad está en mayor riesgo de atentar contra su vida.

 

La especialista recomendó fomentar ambientes sanos, donde impere el apoyo familiar  y reforzar lazos entre sus integrantes; participar en actividades deportivas, sociales o culturales, y recibir una adecuada atención integral, recomendó la especialista.