Después de 16 años de mantenernos alejados del ejercicio periodístico, hemos decidido retomarlo pues creemos que son los tiempos indicados; vivimos un mundo en decadencia, con los problemas de siempre -inseguridad, corrupción, impunidad, crisis, pobreza extrema, ahora con índices catastróficos-, y creemos que es necesario transmitir, de manera clara y fidedigna, todos estos acontecimientos y más.

Partiendo de la idea de que el periodismo es el ejercicio de informar a la sociedad sobre las acciones de nuestros gobiernos -cuya misión es hacer el bien a los ciudadanos mediante una correcta administración de los recursos públicos que provienen del mismo pueblo-, y sobre el diario acontecer, los periodistas hemos fallado en nuestra responsabilidad, quedándole a deber a nuestros conciudadanos.

La proliferación de periódicos, revistas, noticieros radiofónicos o televisivos, ha creado la ilusión de una sociedad exhaustivamente informada, pero en realidad lo que han generado es una sociedad desinformada, debido al bombardeo de un periodismo superficial y atomizado en extremo.

Por ello se requiere de instituciones y periodistas que hagan prevalecer la solidez de la información y la opinión calificada, sobre la manipulación mercantil, esto ya lo señalaban hace 25 años Vicente Leñero y Carlos Marín en su Manual de Periodismo, pero tiene gran vigencia.

Los gobernantes viven en la opulencia, sin rubor alguno saquean las arcas y en algunos casos hasta se encaraman en las siguientes administraciones. Sin castigo viven en la impunidad, comen y se divierten frente a un pueblo oprimido por la inseguridad y la pobreza, por falta de empleos, a veces ante la ceguera colectiva.

En Veracruz existe una ruptura entre gobierno y sociedad, los canales de comunicación masiva fueron desplazados por la actual administración gubernamental, que sustituyó a los cientos de medios de comunicación creados en los últimos años por las redes sociales, la única fuente para informar a los veracruzanos de su trabajo, sin reparar que apenas el 50 por ciento de la población tiene acceso a Internet y que de ese sector, el mayor porcentaje son jóvenes, por lo tanto la gente que está enterada de sus logros es muy poca.

Desde la administración de Miguel Alemán Velasco, que decretó la desaparición de oficinas de comunicación social en dependencias públicas gubernamentales y sólo dejó enlaces institucionales, esto no funcionó. Reporteros ávidos de información demandaban la necesidad de datos que respaldaran el desarrollo de la función pública.

Con Fidel Herrera Beltrán emergieron como hormiguero las oficinas de comunicación social, reporteros activos pasaron a formar parte del poder ejecutivo, la plantilla creció en demasía, hubo millones y millones de pesos para este sector. Incluso fue inaugurada maquinaria para editar nuevos periódicos.

Con Javier Duarte, ya conocido el desenlace luego del derroche de dinero para medios de comunicación masiva. Estos periódicos surgidos durante las dos administraciones anteriores hoy en día se vieron obligados a cerrar sus puertas ante la ausencia de subsidio gubernamental.

Nuestro pisoteado medio periodístico fue invadido por gente improvisada empresarios, políticos y desempleados que vieron la oportunidad de recibir millonarios convenios de publicidad.

Hoy por eso, comenzamos una nueva etapa, nace ¿Hasta Cuándo?, cierto es incorrecto el manejo de gerundios en el argot periodístico, pero elegimos este nombre ante la falta de respuesta de los malos y buenos gobiernos.

A Veracruz lo transformaron, paso de ser un estado al que llamaron en su momento el Semillero de la Nación, por su elevada producción en granos, a una entidad ingobernable, que grupos criminales tienen bajo su control, corrompida por las últimas generaciones de “políticos” sin castigo.

En ¡Hasta Cuándo? deseamos contribuir con nuestro granito de arena y exigir a nuestros gobernantes Hasta Cuándo nos van a cumplir a los veracruzanos.

¿Quiénes somos? Somos un equipo de trabajo conformado en su mayoría por periodistas jóvenes, pero con mucha experiencia, así como periodistas que ya han recorrido un amplio camino, como una servidora Vicky Hernández R.