La pandemia destapó aun más los problemas de salud que existen en el país como lo es la obesidad. Es por esta razón que con todo y algunos inconformes, este 1 de octubre entró en vigor la primera fase del nuevo etiquetado frontal para alimentos y bebidas procesados con el fin de mejorar hábitos y la salud de los mexicanos.

Se pretende advertir a los consumidores el contenido de los productos a través de un símbolo octagonal color negro que diga si es alto en sodio, azúcares o grasas.

Esta medida ha sido considerada por organismos internacionales como una de las “más avanzadas” para enfrentar el sobrepeso y obesidad en el país, enfermedades en donde México se encuentra entre los primeros lugares a nivel mundial y que además es uno de los factores principales de mortalidad entre la población.

Al dar a conocer la nueva regulación, algunas de las grandes empresas consideraron que no era el mejor momento para implementar esta ley, pues justificaron que el país estaba atravesando por un momento difícil respecto a la economía.

Sin embargo, hubo una empresa en la que algunos de sus productos no contarán con el nuevo etiquetado. Se trata de Grupo Bimbo, quien aseguró que esto se debe a que cuentan con una completa estrategia global de Salud y Bienestar que comprende tres pilares: lineamientos nutricionales, portafolio saludable y acciones en salud y bienestar.

Con el mismo fin, Oaxaca se convirtió en el primer estado en prohibir a menores de edad la venta de bebidas azucaradas y alimentos envasados con alto contenido calórico.

Con la iniciativa también queda prohibida la instalación de máquinas expendedoras de golosinas y refrescos, y la venta de los productos en escuelas públicas y privadas de educación básica y medida superior.