¡Escudos humanos en defensa del voto!
La desesperación cunde del lado azul.
Brigadas de agresión a morenistas que juegan un cargo de elección popular, amenazas veladas y en abierto a la dirigencia y militancia y la agresión en abierto a través de terceras personas, son parte de las acciones de última hora del aparato de poder estatal que ve como se le escapa de las manos la gubernatura.
De poco ayudan las denuncias ante Fedape; imposible detener a las hordas que recorren pueblos y ciudades llamando al no voto el próximo primero de julio, así como el atropellamiento a las mujeres que osan recibir beneficios sociales de parte del gobierno federal.
Son los últimos días de guerra.
Es mínima la diferencia que divide al puntero del segundo lugar que por estos días se fue a la tercera posición tras el desaire de las encuestas.
El nerviosismo se nota en la exageración en el cumplimiento de las consignas de atajar a como dé lugar a Morena y a su exponente en el estado Cuitláhuac García, que pareciera ya nadie lo baja de los seis a siete puntos que va arriba, es decir entre 150 mil y 200 votos de diferencia arriba.
A ello se suma el pánico que provoca a la causa yunista el inevitable efecto Peje.
La ola López Obrador ya se ve venir la cual, de concretarse, arrasaría en el estado de Veracruz considerando que la meta que pretenden en Veracruz es de 1.5 millones de votos en su favor.
Eso es lo que preocupa.
Por ello tantas y tan repetidas jugadas de última hora. Son efectos mediáticos –como el último, el del Fisculín- que, en efecto, provoca una respuesta favorable de la ciudadanía, pero en contra del PRI más que de Morena que por años ha peleado por lo mismo.
La lucha más que legitimar al gobierno saliente y a su herencia, confirma lo que ya no se quiere y que por cierto no está en Morena.
Pero regresando al punto.
El Movimiento de Regeneración Nacional insiste en la denuncia de una embestida agresiva desatada por rijosos grupos panistas.
¿Cuál es la queja repetida?
La destrucción de la propaganda –de lo mismo se queja el PRI-; el uso de la fuerza pública en la promoción del voto en favor de Miguel Angel Yunes Márquez –también de lo mismo se queja el PRI- y la agresión física a la militancia morena por la vía de grupos que bajo el color azul escudan sus rapacerías.
Los de la causa azul, más bien parecieran grupos paramilitares o policías vestidos de civil que irrumpen en los comités municipales, en las oficinas sede de las alcaldías y en los previos a los eventos públicos.
Llegan a amenazar, amedrentar y advertir de consecuencias para amigos y familiares lo cual ha creado un ambiente de zozobra.
Acaso por ello la propia dirigencia estatal ha propuesto la creación de escudos humanos en defensa del voto.
Por estos días está llamando a su militancia, a los vecinos que simpatizan con Morena, a las mujeres seguidoras de esta causa a moverse en grupo el día de la elección; a que acudan con sus vecinos y denuncien ante sus representantes de casilla o a la sede de Morena –ya se abrió un call center- las anomalías que observen, la violencia que se suscite o la sustracción de urnas que observen.
“Muévanse en grupo”, es la consigna sin demandar violencia o creación de grupos de choque para contener. “Los teléfonos celulares serán la mejor herramienta de denuncia”, rezan los volantes de Morena distribuidos entre sus simpatizantes y el pueblo en general.
Ya solo quedan 9 días de campaña y en todo Veracruz hay tensión. Se respira temor en las casas pro morenistas y pro priistas… en la población misma.
Urge, por tanto, un pronunciamiento de parte del gobernador Miguel Angel Yunes Linares que atempere los ánimos crispados.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo