Desde el Café

El pastelazo al rostro de la festejada

Por Bernardo Gutiérrez Parra

¿Era necesaria tanta faramalla? ¿Era necesario cerrar las calles del primer cuadro y desquiciar el ya de por sí desquiciado tráfico de fin de semana? ¿Era necesario llegar haciendo tanto escándalo? ¡Claaaaro que sí! Era justo y necesario hacer mucho ruido para que el populacho supiera que había llegado al OPLE la zacatecana que gobernará Veracruz.

Y es que para el registro de Rocío Nahle el pasado viernes cerraron Xalapeños Ilustres, Enríquez, Clavijero, la parte de Lucio que aún no pavimentan, Revolución y por supuesto la calle Juárez donde está el OPLE y a donde llegó la señora rodeada de una cantidad de guaruras que serían la envidia de Peso Pluma.

Hubieras visto lector, la de gente que había en Juárez. No cabía un alma en esos doscientos metros lineales que fueron copados por “simpatizantes” que “espontáneamente” se sumaron al poder de convocatoria de la candidata.

Después del registro vino el discurso en la explanada del OPLE: “Nuestro movimiento es inclusivo (y ahí están los grupos LGBTT, las madres buscadoras y las mujeres maltratadas que no la dejarán mentir), nuestro movimiento es de todos, nuestro movimiento es y nació para el pueblo y por el pueblo” dijo mientras escuchaba el grito de ¡gobernadora, gobernadora, gobernadora! que es su fascinación.

Quizá ya con la sospecha de que el mundo se le puede venir encima agregó: “No vamos a caer en provocaciones porque nosotros tenemos un discurso propositivo (uta sí, cómo no), construimos (sobre todo refinerías), transformamos (a los pobres en más pobres) y no hay que entretenernos porque vamos en el camino correcto”.

Aunque no todo fue coser y cantar. La sonrisa se le congeló cuando se le aparecieron los reporteros que en lugar de preguntarle cuántas vueltas de la tierra a la luna y viceversa le lleva de ventaja a Pepe Yunes, la interrogaron sobre una mansión ubicada en una de las zonas más exclusivas de Veracruz y que, dicen las malas lenguas, es de su propiedad y de su señor marido.

“Yo hoy vengo a registrarme. Yo no me enredo en broncas, yo no me enredo en eso” contestó. “¿La casa es suya?”, le insistieron. “Yo no me enredo en broncas”, reiteró.

Pero está bien enredada.

El empresario citrícola Arturo Castagné Couturier, dijo en sus redes que Rocío y su esposo José Luis Peña Peña, habrían comprado terrenos y construido una mansión en el fraccionamiento El Dorado, en Boca del Río, y que pusieron como prestanombres a Maribel Hoyos Peña, sobrina de José Luis.

Por medio de su jefa de comunicación, Adriana Muñoz Cabrera, Rocío le contestó: “exhibe (usted) su sentimiento nato de discriminación, odio, clasismo, difamación y ahora un claro acoso”.

Arturo le reviró. “No puede decir que miento, tengo documentos conmigo que acreditan la propiedad de la casa y algunos otros terrenos, invito a la señora de Zacatecas @rocionahle a que sea ella misma quien aclare la situación que no es menor, tiene la obligación de mostrar el contrato de ‘arrendamiento’ si fuera el caso y el nombre de la persona propietaria”.

Y Rocío ya no dijo más.

El líder estatal de Morena, Esteban Ramírez Zepeta, fustigó al empresario: “Es una bajeza que intenten manchar la trayectoria de Rocío”. Pidió a las reporteras que “como mujeres” apoyen a la zacatecana y se fue contra las mansiones de los Yunes del Estero.

Todo en vano.

A estas horas y en día festivo, el escándalo de la casita ya es estatal y no tarda en llegar a la mañanera en Palacio Nacional.

“Nos quejamos de la corrupción y latrocinio de Cuitláhuac García y su banda, pero no queremos advertir lo que se vendrá si Rocío llega a la gubernatura. Si fue capaz de hacer negocios multimillonarios con una refinería que dejó sin terminar, ¿te imaginas lo que hará con Veracruz?”, me dijo un amigo.

Futa… ni el cerradero de calles, ni la cantidad de acarreados que llevaron al OPLE. Y todo para qué, para que un sujeto llamado Arturo Castagné les arruinara la fiesta con un pastelazo al rostro de la festejada.

Chale…

Las dos advertencias de Américo Zúñiga

Quienes conocen a Américo Zúñiga saben que no habló para agradar a la raza y lo que dijo va en serio. El candidato de la coalición Fuerza y Corazón por México a la diputación federal por el distrito de Xalapa, advirtió que como legislador pedirá que se audite la refinería de Dos Bocas. Pero fue más allá al indicar que también solicitará que se auditen los subejercicios en los que ha incurrido el gobierno de Cuitláhuac García.

Sobre la refinería, dijo que ésta debe ocupar un espacio importante en la memoria de todos “por ser la personificación de un fraude”. Que la obra a cargo de Rocío Nahle, candidata de Morena a la gubernatura de Veracruz, fue mal diseñada y exageradamente costosa pues suma más de 20 mil millones de dólares “de desvíos y desfalcos”.

Sobre la administración del gobernador advirtió: “Vamos a revisar toda la gestión de Cuitláhuac García y habremos de llegar hasta las últimas consecuencias. Cuando de manera legal se demuestre su atropello y la ilegalidad que han cometido, tendrán consecuencias. Esto no quedará en impunidad”.

“¿En efecto lo hará?”, pregunté a uno de sus cercanos.

“Américo es un hombre de palabra y cumple lo que promete. Como dice un clásico, me canso ganso”, fue la contestación.

bernardogup@hotmail.com