Desde el Café

¿Así, o los quieren más ladrones, abusivos y déspotas?    

Por Bernardo Gutiérrez Parra

En días pasados el ORFIS dio a conocer el resultado de las auditorías practicadas a los municipios de Veracruz sobre la Cuenta Pública 2021 y sólo siete de 212 salieron bien, con lo que 205 municipios quedaron a deber porque sus alcaldes se dedicaron a robar. Aunque no dudo que haya sus excepciones, quizá media docena.

 

Es bueno aclarar que el resultado de esta Cuenta Pública se había entregado el 30 septiembre del año anterior, pero como se encontraron inconsistencias, se ordenó al ORFIS hacer una nueva valoración. En la anterior se había denunciado un daño patrimonial por 3 mil 23 millones de pesos en los 212 municipios, pero tras la nueva valoración el monto disminuyó en un 11.7%.

 

Los ayuntamientos que salieron bien librados son: Agua Dulce, Coatepec, Ixhuatlán del Café, Nogales, Soledad Atzompa, Tonayán y Totutla.

 

¿Cuál es el monto de lo robado en los 205 ayuntamientos restantes? La bicoca de 2 mil 668 millones 433 mil 822 pesos.

 

En charla con periodistas del Grupo de los Diez, la Auditora Superior del ORFIS, Delia González Cobos comentó que desde que llegó a esa dependencia se han observado irregularidades por 35 mil millones de pesos, lo que quiere decir que está haciendo bien su chamba. Quienes están quedando a deber son Congreso local y la Fiscalía General del Estado, porque hasta el momento no se sabe de ningún ex alcalde que haya sido presentado ante un juez para que responda por la parte que le corresponde de ese dineral.

 

En relación a la Cuenta Pública del 2021 la buena noticia es que al menos 80 ex alcaldes y ex alcaldesas que no pudieron robar más porque se les acabó el cuatrienio ese año, tienen denuncias penales. La mala es que les conceden hasta siete años de gracia para solventar sus “irregularidades” como llama educadamente el ORFIS a lo que tu y yo conocemos como vil atraco, lector. Y esto no se vale.

 

No sé, en serio no sé de otro país donde los funcionarios públicos tengan tantas facilidades para robar. Puedo poner ejemplos de países de África Central donde la corrupción está a todo lo que da, y no hay tanta manga ancha para llevar ante un juez a un funcionario ladrón. O de naciones como Canadá y Japón donde un funcionario que roba es una vergüenza para el país y para su familia.

 

En este México nuestro las cosas son diferentes. Si un alcalde roba el ORFIS da parte al Congreso, el Congreso se toma su tiempo para hacerle un juicio de procedencia y si no congela el caso lo turna a la Fiscalía. La Fiscalía hace la denuncia ante un juez, el juez le obsequia una orden de aprehensión y para cuando los agentes ministeriales llegan al domicilio del presunto, resulta que éste tiene dos meses que se fugó.

 

Bueno, eso era hasta hace relativamente poco tiempo porque ahora tienen hasta siete años de plazo para dos cosas: para que se olvide el atraco (sepultado por nuevos atracos) o para que prescriba.

 

Alguna vez un agente de la entonces PGR que participó en la detención de un peligroso criminal me platicó desilusionado. “Seguimos al delincuente por semanas y cuando íbamos por él alguien le dio el pitazo y nos recibieron a balazos. A riesgo de mi vida y la de mis hombres lo capturamos y tres meses después un juez lo soltó quesque por falta de pruebas. Nuestro trabajo fue en vano y yo me siento frustrado”.

 

Esto viene a cuento porque quizá así se sienta la Auditora del ORFIS, Delia González Cobos.

 

La funcionaria se pasa meses para documentar bien su trabajo, lo presenta ante las instancias correspondientes a fin de que actúen en consecuencia. Y éstas les dan a los ex alcaldes ladrones más de un lustro de plazo para que solventen sus raterías o se “arreglen” con los diputados.

 

¿Así, o los quieren más ladrones, abusivos y déspotas?

 

El camino de José Yunes

 

Cuando el año anterior José Francisco Yunes Zorrilla aceptó que buscaría la candidatura a la gubernatura de Veracruz dijo dos cosas: que deseaba que esa candidatura fuera en alianza ya que de otra manera no veía posibilidades de triunfo y que esperaría los tiempos.

 

Este segundo comentario no lo escucharon sus seguidores que lo instaron a comenzar a recorrer el estado “pero ya Pepe, los de enfrente ya se están moviendo”.

 

Pero si alguien sabe de tiempos políticos es el peroteño.

 

El jueves anterior estuvo en Papantla. Y el viernes visitó Tuxpan invitado por la Asociación “Jesús Reyes Heroles” a dar una conferencia sobre Perspectivas Políticas y Económicas de México, organizada por el ex alcalde de ese puerto Crisóforo Hernández Cerecedo y al que asistieron figuras representativas de la sociedad tuxpeña.

 

En la serie de preguntas y respuestas dijo: “Todos los candidatos les van a hacer un diagnóstico pormenorizado casi de los mismos temas, pero lo que ustedes tendrían que preguntarles es cómo lo vas a financiar y cómo lo va a hacer. Luego queremos que haga lo que nunca le pedimos, o lo que nunca nos detuvimos a pensar si era capaz de hacerlo. Porque quien solo les traiga el diagnóstico o el reflejo de la realidad, sólo les dice lo que quieren oír y les está faltando al respeto”.

 

Y a renglón seguido agregó: “Yo prefiero mil veces, perder una elección diciendo la verdad, que ganar algo sabiendo que no se va a poder realizar”.

 

Para terminar dijo con rotundez y convicción: “Si ustedes me preguntan por qué en el 21 volviste a jugar si vienes de jugar la gubernatura, si ya has sido diputado, si ya fuiste senador; por qué volver a ser diputado federal cuesta arriba, sin ningún tipo de apoyo, sin exigir una posición de lista ni de privilegio del partido, recorriendo nuevamente las calles, las comunidades y viendo a mis amigos de hace 25 años, por una simple razón: porque este país no va bien, y a mi no me va a reprochar nadie que yo me quedé sentado, cruzado de brazos, viendo cómo se caía en pedazos. Estoy convencido que este país no aguanta más tiempo con un gobierno improvisado que tiene en el discurso a la gente, pero en los hechos y en el diseño la está lastimando”.

 

Parafraseando al periodista Filiberto Vargas; Pepe Yunes está caminando y dialogando con los veracruzanos.

 

Se llama Luis Carbonell

 

Es oriundo de Xalapa y egresado de la escuela Libre de Derecho. Desde que se graduó se ha dedicado a litigar, pero combina su carrera profesional con su carrera política. Por años estuvo cerca de Héctor Yunes Landa, pero Dante Delgado se fijó en él y lo invitó a formar parte de Movimiento Ciudadano. Y no se equivocó. El excelente trabajo de Luis Carbonell en el partido naranja ha rendido frutos y ahora es Delegado Nacional de Movimiento Ciudadano en Veracruz.

 

Sus cercanos cuentan que cuando regresó a la entidad que lo vio nacer MC no tenía estructura “y ya mero no tenía ni partido”. Pero Luis Carbonell se ha dedicado a recorrer el estado hablando con miembros de la sociedad civil y ha ganado adeptos para la causa naranja.

 

Ojo, no anda en busca de políticos añosos y mañosos, ni de chapulines dispuestos a saltar de un partido a otro con tal de seguir medrando, sino de jóvenes y de hombres y mujeres con vocación de servicio y probada rectitud y aceptación en sus municipios. Su idea, como ha dicho a sus allegados, es ciudadanizar a Movimiento Ciudadano.

 

Te reitero lector, se llama Luis Carbonell y habrá que seguirlo de cerca porque dará mucho de qué hablar en un futuro cercano.

 

bernardogup@hotmail.com