Especialistas de la Delegación Regional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte, explicaron los cambios bio-psicológicos que surgen en el desarrollo físico y cognitivo de los niños a partir de los primeros tres años de edad, con el propósito de orientar a los padres sobre el desarrollo de sus hijos.
Los seres humanos al crecer evolucionan y toda evolución implica cambios que por mínimos que sean, afectan las emociones y estados de ánimo de las personas, lo cual se ve reflejado en el comportamiento; en este sentido, la doctora Alicia Santa Cortés González, Pediatra del Hospital General de Zona (HGZ) N°11, afirmó que:
“Durante este periodo los niños adelgazan y crecen convirtiendo la grasa en músculo, modificándose muchas de las características diferenciales del niño pequeño, desaparece el vientre prominente, las facciones del rostro son afiladas, las extremidades se alargan y las dimensiones de la cabeza se hacen más proporcionadas respecto al resto del cuerpo, lo que cambia su centro de gravedad y que le permitirá desarrollar nuevas habilidades motoras finas y gruesas.
Las habilidades motoras finas involucran esfuerzos coordinados del cerebro y los músculos, y se desarrollan a partir de las habilidades motoras gruesas que permiten realizar movimientos más grandes; para apoyar a que sus hijos fortalecer dichas habilidades, la pediatra los invita a realizar actividades que promuevan su desarrollo, como pueden ser el baile, los juegos de pelota, las burbujas y andar en triciclo o autos de pedales entre otras actividades.
A partir de los tres años en adelante el pensamiento cognitivo de los niños experimenta un gran avance, debido a que las experiencias de este con su entorno comienzan a ser cada vez más ricas.
Asimismo, la especialista Sol Esther Domínguez Méndez, médico Psiquiatra del HGZ N°11, habla acerca del comportamiento psicológico que desarrollan los menores que atraviesan por esta etapa. En esta edad los niños utilizan un pensamiento basado en la percepción a través de los sentidos, en virtud de que no pueden deducir las propiedades que no observa de los objetos, utilizando la fantasía y la creatividad.
En esta etapa el niño es el centro, referencia y punto de partida, no conoce otras perspectivas diferentes a la suya y cree que todo el mundo piensa, siente o percibe de la misma manera que él, debido a que se enfoca en un solo aspecto de la situación.
Apuntó la doctora, que será de gran importancia que los padres estimulen el desarrollo cognitivo y afectivo a través del análisis y comprensión de los contenidos y experiencias vividas en las actividades propias de su edad, como lo son el juego, las películas, la información de internet y las relaciones sociales dentro y fuera de la familia.
Por último, se debe mencionar que para poder impulsar el correcto desarrollo de sus hijos en esta etapa, hay que comprenderlos, tenerles paciencia y apoyarlos, evitando subestimar las capacidades de los niños, ellos son más inteligentes de lo que ustedes piensan, se debe ser firme pero no confrontarlos, es mejor explicarles el porqué de las cosas, siendo estas las bases para su crecimiento personal.