¡Ahora resulta que el asesino de Valeria es el “Bird”!

A siete días de la muerte política de Miguel Angel Yunes, siguen apareciendo muertos, fantasmas y mentiras en torno al proditorio asesinato de la joven Valeria Medel, hija de la diputada federal de Morena, Carmen Medel Palma, que atrajo la atención nacional e internacional y el total descrédito del gobernador.

Hoy, una vez más, queda en entredicho el mandatario estatal quien concluye en medio del repudio generalizado, no por mentiroso que lo es, sino por mal gobernante, mala persona y mala entraña.

El hallazgo del otro “Richy”  – No, no… ¡Perdón!, aclara el gobernador, el asesino no es Richy, es el “Bird”- a quien su madre identifica como el verdadero “Richy” fue el colmo de las contradicciones oficiales, de esa justicia a modo que tanto ha gustado al efímero régimen que ¡Gracias a Dios! está por concluir.

Yunes Linares nunca debió cruzar esa línea aclaratoria que trágicamente inicia el pasado 8 de noviembre cuando Valeria, de 22, se ejercitaba en un gimnasio de Ciudad Mendoza cuando uno de tantos Richys le dispara en nueve ocasiones.

Fue un hecho criminal como los miles que se han sucedido en Veracruz en los últimos tres lustros recrudecidos en los dos años de este gobierno. Un hecho que nunca debió intentar aclarar de la forma tan tosca en que lo hizo.

En un empeño por evadir la verdad, Yunes dio cuenta que el caso estaba resuelto cuando no era así.

La puntual reseña del columnista Rafael Cárdenas destaca los mentirosos dichos del gobernador de que había testimonios de lo sucedido en el gimnasio, que estaba confirmada la identidad del asesino y que éste ya estaba muerto, por tanto, el crimen aclarado.

“La celeridad de la investigación y las pruebas aportadas no convencieron a nadie. Todo fue una mentira ya que dos semanas después, el saldo son tres homicidios, ningún presunto responsable, ningún detenido, cuatro sospechosos liberados por falta de pruebas, y una estela de dudas sobre la actuación criminal de la Fiscalía General del Estado, quien en su urgencia por resolver el caso, habría incurrido en delitos graves”.

¿Quién mató a Valeria?, pregunta el agudo periodista especialista en este tipo de temas ya que conoce al tigre por dentro.

Si el cuerpo encontrado ese mismo día, ejecutado supuestamente en el vehículo que se utilizó horas antes para cometer el homicidio de la joven estudiante, no era del “Richy”, entonces, ¿de quién es? ¿Qué hacía con el vehículo que señalaba la Fiscalía como involucrado? ¿Por qué las autoridades no realizaron un protocolo de investigación para el reconocimiento de la persona asesinada?

Y nada más por joder la borrega vale la pena regresar a la memoria que en días pasados el propio cártel criminal involucrado por el propio Yunes en el asesinato de Valeria, se encargó de desmentir la historia hecha pública a nivel nacional, acusando que se trataba de un montaje y que los responsables eran precisamente mandos de la policía municipal de Ciudad Mendoza y la propia policía estatal.

¿Entonces?

Hay muchas preguntas sin responder.

“¿Por qué el Fiscal ocultó la verdadera identidad de la persona que fue asesinada el mismo día de la muerte de Valeria? ¿Por qué nunca se dijo que el “Richy”, al menos hasta ese día, seguía con vida? ¿En realidad fue el “Richy” el asesino de Valeria o sólo fue el chivo expiatorio? ¿Será acaso que la confusión no fue del “RIchy” –o de quien haya matado a la joven-, sino de los elementos encargados de desaparecer la evidencia?”.

El fondo de toda esta punta del iceberg está en que  muy seguramente no ha sido la primera mentira dicha por el señor Yunes en su larga carrera política que está llegando a su fin.

Cierto que la política se finca en ruindades, bajezas y corruptelas; ciertísimo que para llegar a la cima hay que pisar y sacrificar a muchos, pero cuando la riegas no puedes más que reconocerlo. No desdora pedir disculpas.

Decía Fernando Gutiérrez Barrios en que “si metiste la pata pues métela bien, ya que en la justificación te hundes”.

En el ego de Miguel Angel no existe, sin embargo, la humildad o el reconocimiento público de sus yerros. Al paso de los días el tema Valeria habrá de olvidarse, mas no las rapacerías de un mal gobernante que quiso construir un imperio fincado en la mentira.

Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo