En el imaginario colectivo nacional, se percibe a la mayoría de diputados y senadores como zánganos. Ese registro puntual, de estos sujetos dormidos, platicando, chateando, chacoteando, galanteando  y los más, ausentes en las cámaras. Supuestos recintos sagrados, en donde están escritas en letras de oro los nombres de quienes nos dieron tierra y libertad, convertidos en pasarelas de raros personajes, que llegan por todos los medios menos por méritos propios.  Pocos ligan con coherencia su decir. Drogadictos, suripantas, alcohólicos, malhechores, corruptos, impunes supuestamente nos representan. El erario les paga hasta los tintes de pelo, porque no son capaces de erogar sus gastos de su propio peculio.  Los cabilderos de empresarios, narcos, gobernadores, hombres del poder que negocian acuerdos benéficos para sus intereses. Lo que menos importan son las necesidades de la nación.  Alcahuetes y tapetes del ejecutivo. Reciben de sus mandaderos la orden y el dinero, para facilitar cualquier tontería del gobernante en turno. *** Esto debe ser pasado. La responsabilidad ciudadana, en éste histórico momento del país, es vital. Vemos unos candidatos presidenciales, que dejan mucho que desear y que más que propuestas viables, continúan echándose en cara su recíproca corrupción. Alguno llegará, tal vez sin cambios en sus usos y costumbres.  La sociedad organizada, debe presionar para la necesaria transformación. No promesas de campaña, sino acciones se necesitarán. La situación es muy difícil y unidos podemos superar cualquier cosa. Hay que dejar el encono, que no produce nada bueno. Los reclamos ordenados, a los disturbios salvajes y sangrientos. Ya es tiempo de vivir en paz. Los políticos no lo acaban de entender y es preocupante ver como sus huestes se pelean, maldicen, golpean, faltan el respeto solo porque los diferencia un color. ¡Primero la Patria!*** La legislatura actual en Veracruz que se va, deja muchos pendientes. Los mismos trabajadores de años, se quejan que resultaron peores que los duartistas en pedantería, prepotencia, corrupción. No deben estar  sujetos de la calaña de Sergio Hernández Hernández, Chico Fuentes, Juan Nicolás Callejas Jr, Rodrigo García Escalante, Vicente Benítez, Juan Manuel del Castillo, Fernando Kuri, Julen  Rementeria y demás  de  corte vandálico. No se puede tener diputados federales priistas como los que hay, todos señalados como corruptos y protegiéndose con el fuero. Analicen bien currículos, de quienes aspiran a diputados y senadores. Se deben cambiar las formas de inmediato. Otro tipo de personas se necesitan, para poder salir adelante en los aspectos económicos, políticos y sociales. Urge un México nuevo. Gobernantes más comprometidos y ciudadanos más participativos. *** “Cuatro ejes pueden marcar la diferencia entre más de los mismo y cambios de largo aliento. En primer lugar se trata del acceso a los cargos públicos y la generación de capacidades. Mientras no se   promuevan criterios de mérito, certeza, igualdad e independencia para el acceso a cargos de responsabilidad pública seguirá existiendo un sistema de botín en el que se repartirán los cargos públicos a partir de lealtades políticas en detrimento del resultado de las administraciones”***Y para las agruras del mole…usted sabrá que tomar. Hasta la próxima.