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  • Elogio de un maestro xalapeA�o
  • Sergio Pitol Demeneghi (1933 a�� 2018)

Xalapa, Ve.- Con la muerte de Sergio Pitol durante esta maA�ana, Xalapa pierde una de sus figuras emblemA?ticas de su gran riqueza cultural por la cual es reconocida internacionalmente.

DespuA�s de radicar en el extranjero y la Ciudad de MA�xico por dA�cadas, Pitol decidiA? vivir definitivamente en Xalapa donde trabajaba como docente en la Universidad Veracruzana y, tras agravarse una afectaciA?n muscular en su boca que le impedA�a hablar con la fluidez que A�l deseaba, dejA? de impartir clases en la universidad y hablar en pA?blico, a excepciA?n de cuando estaba rodeado de gente de su confianza.

En los aA�os recientes su salud tuvo varios altibajos con estancias continuas en hospitales. Una de ellas se convirtiA? en una tristemente difundida disputa entre un sector de su familia y el gobierno del Estado por su a�?custodiaa�?. A partir de finales de 2016, el fallo de un juez otorgA? a su familia la responsabilidad de sus cuidados; en tiempos recientes, era cuidado por una sobrina suya.

Los A?ltimos aA�os de su vida prefiriA? pasarlos en su casa del centro de Xalapa rodeado por sus amigos, libros y mascotas. Viajaba regularmente pues su estatura literaria lo hacA�a merecedor de homenajes e invitaciones en mA?ltiples ocasiones. Por ejemplo, cuando el Hay Festival se realizaba en nuestra ciudad era invitado a varios de sus eventos.

En cierta ocasiA?n Juan Villoro hizo un homenaje suyo en esta ciudad con su presencia. En sus palabras, Villoro hablA? de Pitol como un amigo de su familia por dA�cadas que sabA�a ser amigo de sus amigos. Conversador fantA?stico, melA?mano y cinA�filo irredento, conocedor de los placeres finos y sencillos de la vida que viajaba por el mundo como diplomA?tico aunque su obra mA?s bien refiere poco a su trabajo como tal.

PA�caro y divertido, el maestro Pitol escuchaba a Villoro hablar con afecto de sus experiencias juntos, de cA?mo ambos visitaban sus casas y se sentA�an en confianza en ellas. Juan, como su padre Luis Villoro, es especialmente cercano a Pitol. De hecho, en un reciente viaje a Xalapa, en 2017, Villoro, como hacA�a regularmente, pasA? a visitarlo en esta ciudad.

Sin duda mucho se referirA? a su obra literaria por estos dA�as pero me gustarA�a hacer menciA?n tambiA�n de un Sergio Pitol totalmente convencido de apoyar a instituciones animalistas como es el caso de a�?Amigos de los Animalesa�?, en Xalapa. El maestro por aA�os apoyA? y confiA? en el trabajo de sus fundadoras, las hermanas AlarcA?n, y fue ejemplo en Xalapa como una celebridad que sA� apoyaba la causa animalista, lo cual era reconocido por propios y extraA�os.

Una cosa mA?s, algo extraA�o sucede en las redes sociales de los xalapeA�os que postean sus imA?genes con el maestro Pitol. Parece que tambiA�n era profeta en la tierra que este viajero casi incansable escogiA? para morir, un lugar donde se le respeta y admira de varias maneras, todas verdaderas.

Queda por hoy la duda sobre si se le harA? un homenaje acorde a su estatura. Tanto la Universidad Veracruzana como el Gobierno del Estado podrA�an hacer algA?n arreglo para ello. A�OjalA? las circunstancias lo permitan.

Entretanto, el nombre de Sergio Pitol suena en los noticieros de MA�xico y en otros paA�ses, al menos de habla hispana. QuizA?, entre esos radioescuchas, telespectadores, interesados en el cine, aspirantes a literatos, simples lectores de la buena literatura y entes similares aparezcan los nuevos lectores de este gran autor mexicano que escogiA? Veracruz como destino final de su vida permanentemente dedicada a viajar.