En el marco del Día Mundial del Riñón (14 de marzo), la Unidad Médica de Alta Espacialidad (UMAE) Hospital de Especialidades No. 14 del Centro Médico Nacional (CMN) “Adolfo Ruíz Cortines”, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte, señala que se trata de órganos vitales con una condición no vitalicia, sujetada a factores externos modificables o a intrínsecos retardables, por lo que es imperativo llevar una vida saludable.

 

“Los riñones son dos órganos del cuerpo que se encargan de recibir información del contenido de la sangre y readaptar las condiciones de elementos y sustancias para generar un estado de equilibrio, buscando comunicación entre células de una manera sana, eficiente e inmediata y regulando el agua total corporal”, explicó el jefe de servicio de Medicina II, doctor Manuel Darío Corral Herrera.

 

Agregó que, “además de ser dos filtros de alta eficiencia, mejoran el perfil de los azucares en sangre, generan, regulan o estabilizan las presiones arteriales dependientes de actividades hormonales que los mismos órganos secretan a la sangre, equilibran la calidad de calcio y electrolitos, además de secretar hormonas de utilidad sistémica como la eritropoyetina, alimento primario para la generación de glóbulos rojos”.

 

En ese sentido, explicó que al ser órganos que generan homeostasis en el organismo, los fenómenos que alteran este equilibrio de orden intrínseco se conocen como enfermedades crónico degenerativas; la diabetes y la hipertensión arterial son las que a nivel mundial tienen mayor incidencia, causadas algunas veces por la predisposición genética, pero principalmente por la obesidad, misma que tiene origen en el sedentarismo, la pobre cultura alimentaria y falta de cuidados a la salud.

 

El nefrólogo recomendó para el cuidado orgánico en general, teniendo en cuenta que todos los órganos se componen de tejido vascular, siendo los vasos sanguíneos el blanco de las enfermedades crónico degenerativas: desprenderse del consumo de carbohidratos, harinas refinadas, grasas poliinsaturadas y alimentos con altos contenidos en sodio, ya que este último es un precursor de presiones arteriales de difícil control.

 

Finalmente, Corral Herrera enfatizó en la importancia de la prevención, a través de trabajar en el cuerpo como un santuario para evitar o retrasar la atención de un especialista en insuficiencia renal o requerir un tratamiento que haga las veces de depuración de manera extracorpórea, llevando una dieta balanceada, consumo de alimentos ricos en factores antiinflamatorios, es decir: verduras, frutas, legumbres, pescado (alto en aceites omega 3); realizar ejercicio cardiovascular, acuerdo a las capacidades corporales, y evitar el tabaco.