Desde el Café

Y la realidad nos alcanzó… y nos rebasó

Por Bernardo Gutiérrez Parra

No recuerdo si fue en 1990 o 1991 que la revista Época de la que era dueño y director Abraham Zabludovsky, cabeceó en una de sus portadas que el DF se estaba colombianizando. Y que se arma la gorda. Enfurecido, el regente Manuel Camacho Solís le habló a Jacobo Zabludovsky para quejarse y éste le puso una regañiza a su hijo en cadena nacional desde su noticiero nocturno. El más visto en ese entonces.

Tras fustigar a su vástago y al reportaje, Jacobo editorializó más o menos así: “La Ciudad de México, nuestra hermosa ciudad, está lejos de padecer ataques con autos bomba, lejos de las masacres que cobran la vida de decenas de inocentes, lejos de los sicarios disparan sin piedad a los transeúntes…” y por ahí se fue.

Tenía razón. A pesar de que tanto en el DF como en el resto del país las cosas empezaban a descomponerse, estaban en las antípodas, a años luz de lo que sucedía en Colombia.

Pero la realidad nos alcanzó.

Con 126 mil 206 asesinatos violentos del 1 de diciembre del 2018 al 31 de agosto de este año, la administración de López Obrador ya es la más sangrienta de nuestra historia reciente. Supera por 1, 728 asesinatos a los ocurridos en todo el sexenio de Enrique Peña Nieto y por 4 mil 523 a los registrados en el gobierno de Felipe Calderón.

También es la que tiene registrados más secuestros, desapariciones, feminicidios y extorsiones: más asaltos a casas habitación y más robos en carreteras. Y un dato que no se debe soslayar, en esta administración han sido asesinados 33 periodistas (trece en este año) y 117 activistas.

El de López Obrador es ya el gobierno con más periodistas asesinados (ni don Porfirio tuvo ese negro récord) y donde más activistas han sido acribillados. Activistas que en un 90 por ciento votaron por él.

Pero “vamos bien” asegura. Al menos así lo dio a entender el jueves anterior al periodista Jorge Ramos cuando éste le preguntó si no pensaba cambiar su estrategia de seguridad: “No vamos a cambiar la estrategia porque nos está dando resultados” le contestó.

Y cómo se le revira a una persona que no ve masacres como las de Zacatecas y Guanajuato, o balaceras como la ocurrida en Orizaba que según él fue “propaganda”. ¿Dos horas de balazos con la gente corriendo aterrada le parecieron propaganda?

¿Con qué argumentos se le rebate a un sujeto que no ha hecho nada por los desaparecidos y ni ve ni oye a sus familiares? Sólo en su administración han desaparecido más de 28 mil personas.

Pero vamos bien… Falacia pura.

Si en los 90 no había masacres, si cercenados, ni motosicarios, ahora son parte de una realidad que ya rebasó al gobierno. En aquella ocasión desmintieron a un periodista porque según su papá y según el regente estaba exagerando.

Pero en la actualidad ¿quién desmiente a la realidad cuando cada día nos vamos a dormir con 89 asesinatos en el país, varios secuestros y desapariciones, el feminicidio del día e incontables robos y asaltos?

Cada día nos parecemos más a la Colombia de los 80 y 90 del siglo anterior y menos, mucho menos a Dinamarca, Finlandia, Noruega o incluso Alemania que es la más bronca de esas naciones con 0.83 asesinatos por cada 100 mil habitantes, contra 28.37 de México por cada 100 mil habitantes.

Para muchos Andrés Manuel López Obrador es el mejor presidente que ha tenido México y no seré yo quien los rebata. Pero el desastre al que ha llevado al país simplemente no empata con tan peregrina evaluación.

En contrapunto, hay quienes aseguran que “el mejor presidente” ha resultado un reverendo embustero y un soberano fiasco.

Independientemente de filias y fobias y de cómo se maneje en los dos años que le restan, este gobierno será recordado como el más sangriento en casi un siglo y su presidente Andrés Manuel, como el que dejó al garete la seguridad y le importó un bledo el sufrimiento de millones de mexicanos.

¿Tu qué opinas, lector?

Zenyazen, férreo pilar de la educación en Veracruz

Hasta sus adversarios, que los tiene, reconocen la labor que realiza al frente de la Secretaría de Educación de Veracruz el maestro Zenyazen Escobar García, que alejado de las intrigas palaciegas se ha dedicado a trabajar.

Ha recorrido en más de una ocasión toda la geografía veracruzana para atender, de manera personal, los requerimientos de los planteles escolares dependientes del gobierno estatal. Aunque hay escuelas que aún no ha visitado, se nota su mano en el mejoramiento de las aulas y en la regularización de escrituras, por poner dos ejemplos.

En los últimos días entregó 126 plazas en Educación Básica y Media Superior, con las cuales se ayuda a resarcir el problema de la falta de docentes en las aulas.

Además, en atención a las necesidades de más familias, pero principalmente para asegurar que la falta de recursos económicos no impida la continuidad en las clases, encabezó la entrega de más de 23 mil paquetes de útiles escolares para niñas, niños y jóvenes de municipios con alta y muy alta marginación.

El sábado anterior visitó la localidad Paso Doña Juana, del municipio de Úrsulo Galván, con motivo de la conmemoración del XXVI Aniversario de la Reagrupación del Equipo Político de la Sección 32 del SNTE, donde reiteró su compromiso de seguir trabajando a favor del gremio magisterial con unidad y sin importar la diversidad ideológica.

Con lo anterior, mostró su liderazgo a llamar a la unidad a una de las bases sindicales más importantes del estado: la sección 32 del SNTE.

Y para demostrar que no sólo los trabajadores activos son importantes para Veracruz, asistió al reencuentro de Maestros Jubilados a quienes les reconoció el trabajo y esfuerzo que han hecho por la niñez y juventud.

Es bueno reiterar que al margen de las intrigas palaciegas, Zenyazen Escobar está comprobando día a día que cumple con las tareas que le fueron encomendadas por el gobernador Cuitláhuac García, y que su trabajo le redituará, indudablemente, puntos a su favor en el futuro.

bernardogup@hotmail.com
[26/9 11:00 a. m.] Vicki Hernández: *Artistas del jade, obra maestra única en Mesoamérica que ofrendaron los olmecas*

_*Ni mayas ni teotihuacanos lograron esta pericia de 3 mil años de antigüedad_

*Ixhuatlán del Sureste, Ver., 25 de septiembre de 2022.-* La jadeíta, una piedra más dura que el metal de la cual no hay vestigios en México sino hasta el Valle del Motagua, en Guatemala, fue traída a Arroyo Pesquero (Veracruz) y La Venta (Tabasco) por los olmecas y transformada en máscaras, hachas y esculturas portátiles que los convirtieron en verdaderos artistas, los únicos de Mesoamérica en trabajarla a niveles excepcionales.

Así lo expuso el jefe del Departamento de Análisis Arqueométricos del Museo de Antropología de Xalapa, Henri Noel Bernard Medina, durante la conferencia _El jade entre los olmecas_, en el marco de la *Cumbre Olmeca*, donde agradeció a la Secretaría de Turismo y Cultura (SECTUR) el espacio que ha permitido pasar de conversatorios entre investigadores al diálogo con la población de la zona donde floreció la Cultura Madre.

“No todas las piedras verdes son jade ni todos los jades son verdes”, dijo al mostrar figurillas que pasan por tonos blancos, amarillos, rosas y negros, “y los olmecas lo sabían”, pues fuentes etnográficas afirman que eran muy valoradas, relacionadas con la fertilidad, lo perenne y la vida, portadas exclusivamente por personas de alto rango siendo un emblema de poder y a la vez una ofrenda auténtica de la que hay registro también en El Manatí, cerca de Hidalgotitlán.

Tales indicios datan del periodo entre 1750 y 1600 antes de Cristo, con piezas de gran calidad, bien pulidas y terminadas, “y entre más antiguas mejor trabajadas”, como el caso de siete máscaras halladas entre Las Choapas y Agua Dulce, específicamente en Arroyo Pesquero, por el joven Mariano Gallegos en 1969, dos de las cuales son de jadeíta, aunque una contiene onfacita.

La obra maestra es de un blanco verdoso claro y está en el Museo de Antropología de la capital veracruzana, de un solo bloque, única en Mesoamérica; ni mayas ni teotihuacanos lograron esa pericia acontecida alrededor del año 900, “y al ser la talla en jade muy complicada por su dureza, otorga un respeto mayor a los olmecas por ser auténticos artistas”.

Otra piedra usada por esta cultura fue la serpentina, más blanda y fácil de moldear, relató en torno a la llamada Ofrenda 4 de La Venta, conocida por 16 figuras antropomorfas de las cuales 13 son de dicho mineral, una de zoisita, una de diorita y una de jadeíta. También explicó los rasgos del Señor de San Martín Pajapan, cuyo tocado se asemeja a las hachas votivas y junto con los ojos almendrados está la denominada boca jaguar.

“Cuando llegaron los europeos los olmecas ya no estaban, pues existieron entre el 1800 y 400 a. C., sin saberse de ellos hasta finales del Siglo XIX”, mencionó tras hablar del diseño escultórico distintivo de otras culturas y por el cual el estadounidense Marshall Howard Saville lo denominó olmeca, después de algunos estudios sobre _la gente país del hule_ (Olmeca Uixtotin).

El arqueólogo agregó que en San Lorenzo también hay indicios del trabajo con piedras verdes, pero la perfección se logró entre el 900 y 400, como lo han comprobado las pruebas modernas de arqueometría en las piezas de Arroyo Pesquero y El Manatí, a 600 kilómetros de la única fuente de jadeíta que significó un traslado de 3 mil años de antigüedad desde el Motagua.

Al término de la ponencia el titular de la SECTUR, Iván Francisco Martínez Olvera, entregó el reconocimiento del Gobierno de Veracruz al doctor Bernard Medina, agradeciendo la aportación que acercó el valor histórico de la Cultura Madre al público presente en el Domo Zaragoza de Ixhuatlán del Sureste, en un esfuerzo sin precedentes que prioriza el turismo académico.