Desde el Café

Un gobernador muy peligroso

Porr Benardo Gutiérrez Parra

Dolido y frustrado por el trancazo que le propinaron un juez federal y un tribunal colegiado al ordenar la liberación de Juan Manuel del Río Virgen, Cuitláhuac García dijo que eso no es un fracaso para su gobierno y provocó pena ajena.

Alguien me comentó que la Fiscalía de Cuitláhuac está cometiendo los mismos errores que la Fiscalía de Miguel Ángel Yunes Linares, pero difiero de esta opinión.

Salvo dos o tres reprobables excepciones, el gobierno de Yunes Linares aprehendió a varios consumados ladrones que deberían seguir en prisión. Sin embargo, salieron en libertad porque el entonces Fiscal, Jorge Winckler Ortiz, nunca supo cómo hacer una carpeta de investigación.

Es decir, no están libres porque sean inocentes, sino porque las acusaciones en su contra estuvieron plagadas de errores y un juez se basa en lo que dice el expediente.

Con Cuitláhuac García y su Fiscal Verónica Hernández Giadáns, las cosas son más graves no sólo porque la señora no sabe hacer carpetas de investigación, sino porque basada en esos bodrios ha metido en prisión a cientos de inocentes.

De acuerdo con el senador Ricardo Monreal, hasta hace unos meses había en las cárceles veracruzanas algo así como 1, 600 personas acusadas de ultrajes a la autoridad. Con la derogación de esa ley soltaron al grueso, pero aún quedan unas 200 señaladas por ese delito o porque estando adentro les fabricaron otros.

Un caso paradigmático es Rogelio Franco Castán. El tuxpeño cargaba un amparo por presunta violencia familiar y cuando los agentes ministeriales fueron por él les mostró el amparo, pero lo ignoraron. Hubo empujones, jalones, palabrotas y en el traca traca uno de los agentes resultó con su camiseta rota. Eso bastó para que lo detuvieran por ultrajes a la autoridad.

Ya en prisión Rogelio obtuvo un amparo de un juez que ordenó su inmediata libertad, pero la Fiscalía se apresuró a inventarle otros delitos y el político perredista sigue en prisión a pesar de que continúa ganando amparos.

A José Manuel del Río, la Fiscalía lo acusó de autoría intelectual de un asesinato pero nunca le pudo probar absolutamente nada. Y es la hora en que no ha podido dar con los autores materiales.

Reitero lector, a diferencia de Yunes Linares que mandó a prisión a varios ladrones (aunque a otros ex funcionarios los entambó por vengativo que es), Cuitláhuac García y su Fiscal están actuando en contra de personas inocentes torciendo, retorciendo y violando flagrantemente la ley.

Sin embargo se sienten agraviados.

“¿Es un fracaso estar de lado de la víctima? ¿Es un fracaso investigar los homicidios?” preguntó Cuitláhuac en su conferencia de este lunes.

Ignoro por qué hizo la primera pregunta, pero en el caso de la segunda, investigar los homicidios como lo ha hecho Verónica Hernández ha sido un sonoro, vergonzoso y rotundo fracaso y eso no tiene vuelta de hoja.

Al igual que su Fiscal repitió como tarabilla que la decisión de liberar a Del Río no lo exonera de su presunta participación en el homicidio del ex candidato a la alcaldía de Cazones, René Tovar.

Pero al igual que la señora se equivoca. El fallo declara la absoluta inocencia del imputado porque durante el proceso no hubo siquiera un testigo de oídas que lo señalara de haber participado en el crimen.

Por donde se le mire, el encarcelamiento de Del Río fue venganza de un sujeto represor y enfermo de odio que para su fortuna, sigue contando con el apoyo de López Obrador que dijo que su muchacho “es incapaz de fabricar delitos para fabricar culpables”.

Ándele pues.

También dijo que el gobernador “no es como los otros” y tiene razón. Los otros eran perversos pero inteligentes, mientras que Cuitláhuac es un perverso ignorante y eso lo hace un individuo de cuidado, más peligroso que cualquiera.

bernardogup@hotmail.com