Bernardo Gutiérrez Parra
Hace nueve años, Ernesto Cordero, a la sazón Secretario de Hacienda con Felipe Calderón, se aventó la puntada de decir que con 6 mil pesos al mes una familia podría acceder a créditos para una vivienda, crédito para un coche y pagar colegiaturas en una escuela privada. Y se convirtió en la botana de la raza de bronce por varios meses.
Quienes lean esto y tengan a sus hijos en escuelas particulares, saben muy bien que 6 mil pesos sólo alcanzan para pagar dos colegiaturas. Y nomás de un chamaco.
Cuando creíamos que aquello había quedado para el anecdotario, el pasado lunes y durante la glosa del Segundo Informe de Gobierno, el titular de la Sedesol estatal, Guillermo Fernández Sánchez, dejó a todos con el ojo cuadrado al asegurar que con el apoyo de mil pesos que se da a familias de escasos recursos una persona puede vivir un mes.
Suponiendo sin conceder que eso fuera cierto, ¿qué con el resto de su familia, sobre todo si tomamos como base que una familia promedio en Veracruz se compone de papá, mamá y tres hijos? ¿Qué con los cuatro restantes? ¿Acaso comerán rebanadas de aire?
El funcionario dijo que con datos tomados del Coneval la dependencia a su cargo hizo una canasta básica de mil pesos que incluye maíz y tortillas, trigo y arroz, carne de res, pollo y pescado, leche y huevo, aceites, tubérculos, verduras, legumbres, leguminosas, frutas, azúcar, alimentos preparados para consumir en casa, bebidas y otros más”.
Por principio de cuentas mil pesos no alcanzan para comprar todo eso y menos para adquirir “alimentos preparados para consumir en casa, bebidas y otros más”.
Evidentemente don Guillermo está fuera de foco y anda bien perdido; ha de pensar que vivimos en tiempos de la Bartola, cuando la mujer pagaba con dos pesos la renta, el teléfono, la luz, el gasto de la casa, el sueldo de la criada y si le sobraba cambio le compraba su alipus al marido.
¿Quién le pasaría esos datos? Alguien que no lo quiere.
El problema es que esta flagrante metida de pata llegó a la conferencia mañanera en Palacio Nacional y puso de malas al presidente López Obrador.
A pregunta expresa de un reportero sobre si lo invitaría a que explique cómo es que un mexicano puede vivir con mil pesos al mes el presidente contestó: “No, no no. Me recordó al secretario de Hacienda de Calderón que dijo algo parecido. Pero eso ya. No es serio eso”.
Y en efecto, un comentario así no es nada serio.
Lo que quizá sí sea en serio es que ruede la cabeza Guillermo Fernández del gabinete estatal. Y es que mira lector que decir semejante barbaridad.
Aunque hay quienes aseguran que esa barbaridad sirvió al funcionario para no tener que mencionar que su dependencia compró 17 camionetas austeras y tres de lujo (una para él, por supuesto), además de una computadora sencillita, de esas de 50 mil pesos, para uso exclusivo de una agraciada joven que es jefa de una de las Unidades de Sedesol.
Al margen de lo anterior, el trabajo del señor Fernández Sánchez al frente de la Sedesol no tiene defensa. Son tantos sus desgarriates administrativos que invariablemente saldrán a flote el día que le hagan una auditoría.
Hay que estar pendientes de lo que sucederá en los próximos días. La contestación al reportero y el manifiesto disgusto del Presidente López Obrador, puede ser la señal para que le den las gracias a don Guillermo y lo manden a su casa.
Por lo pronto la quemada que se dio con los veracruzanos y con el Primer Mandatario de la Nación, no se la quita nadie.
bernardogup@hotmail.com