Artesanos del callejón del Diamante señalaron que a raíz de la suspensión de actividades económicas no esenciales, las ventas han disminuido hasta en 80 por ciento, por lo cual sus finanzas se han visto afectadas.
Se trata de al menos diez comerciantes que viven exclusivamente de esta actividad y que temen que su situación se agrave porque en México apenas se llegará a la fase tres de la pandemia por coronavirus y por lo cual el aislamiento podría ampliarse.
Al respecto, del grupo Tlacoatzin, Claudia Lizeth, indicó que el temor es que llegue el momento en que todo sea cerrado y los habitantes sean confinados en sus hogares y no tengan cómo sostener a sus familias.
“No nos han dicho que dejemos de vender, algunos han podido hacer cuarentena pero los que no hemos ido a vender y no hay ventas, está muy bajo. Antes de que cierren todo y nos prohíban salir estamos solicitando un apoyo”.