EL aplauso a Elba Esther Gordillo, fue de ignominia. Esos sectores populares cómplices, que festejan a los sátrapas, corruptos, cínicos, descarados, prepotentes, violadores de las leyes. Con una soberbia tal como entró a la cárcel, a su salida la maestra vociferó: “¡Salí en libertad y la Reforma Educativa se derrumbó!”.  Este es uno  de los engendros sindicales que gobernantes y partidos, han impuesto a una sociedad dañada al máximo sin piedad en todos sentidos. Que les  entregan el erario,  para que dispongan  arbitrariamente de millones de pesos. Mujeres y hombres aberrantes, despreciables de orígenes de coladera. Seres imperfectos y egoístas, que solo buscan sus propios beneficios. Ahí  está el muestrario, que continúa pasándose de los extintos partidos políticos al actual. Hicieron del gobierno un negocio privado, pero  dejaron la burocracia como canalizador por eso son ineptos.  El gran pueblo de éste país, también debe cambiar. Absténgase de vitorear a los traidores a la Patria!*** Esos que se robaron el dinero destinado a la salud, educación, obra pública- generadora de empleos- apoyos a los sectores marginados, a los pensionados, al DIF y a todas las instituciones de gobierno, que se pudo. Marrulleros insensibles protegidos por la justicia nacional, que deja mucho que desear. Es el pasado y  no hay que asomarse, pero sí que no pierda registro. La única oposición real, para el gobierno que hoy nos administrará, será la fuerza ciudadana que demostró de que ésta hecho el pueblo de México. Hay que ser observadores constantes, de todos los  movimientos gubernamentales. Como medicina preventiva, para no sufrir  la enfermedad. Resaltamos la lealtad como una gran virtud, pero no debe anteponerse a la capacidad. Los grandes trastornos de las pasadas administraciones, es haber colocado en puestos públicos claves a personas carentes del perfil. Sin preparación, actitud y resultados. *** Parece que el alcalde de Xalapa Hipólito Rodríguez,  empieza a cumplir algunas promesas de campaña. Durante alguna reunión como candidato con vecinos, se le preguntó si iba auditar a Américo Zúñiga por los actos de corrupción durante su mandato y  de resultar culpable, lo pondría a disposición de las leyes. Para las dos interrogantes,  tuvo como respuesta un sí. Parece que ya inició y no deben olvidar al cabildero de los intereses de empresarios, como Ramón Hernández ex de Desarrollo Urbano, que cambiaba el uso del suelo para los intereses de sus contratantes. *** La soberbia es mala consejera. La vida se encarga de recordárnosla. Nadie debe permitir mal trato y menos de nuestros empleados, que son los funcionarios públicos. No somos esclavos, sino mandantes. Este ejercicio sí se puede realizar, ante cualquier actitud amenazante de cualquier servidor publico. Como también en las relaciones interpersonales, con quienes convivimos. *** Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.