Andrea López Rosales.-(Expansión)

La tendencia en vehículos aéreos no tripulados a nivel global se inclina hacia su uso empresarial. Sin embargo, México sigue comprando drones de uso personal.

CIUDAD DE MÉXICO – Los drones pueden ser productos finales pero, también, pueden convertirse en herramientas de trabajo de gran utilidad para prácticamente todo tipo de negocios, desde aquellos más obvios, como los dedicados al entretenimiento o a la entrega de productos, hasta los enfocados en la agricultura, la construcción, la cartografía o la seguridad, por mencionar algunos ejemplos.

El primer ‘boom’ a nivel mundial de los vehículos aéreos no tripulados (VANT) se dio del lado del consumo pero, ahora, existe una segunda ‘explosión’, la de los drones de uso empresarial.

De acuerdo con Cinzia Palumbo, gerente de Marca Senior de DJI para Latinoamérica, cada vez son más “las empresas que adoptan esta tecnología para mejorar la eficiencia y la efectividad de sus operaciones”. Sin embargo, destacó en entrevista con Expansión, aunque México no es la excepción, en el país los vehículos aéreos no tripulados de consumo siguen liderando las ventas.

Lo que sucede, según Palumbo, es que la gente sigue comprando drones para uso personal pero, a ello, se suman las adquisiciones del mismo tipo de aparatos por parte de “usuarios empresariales” que los utilizan con fines diferentes. “Muchos negocios comienzan con drones de consumo debido a su rentabilidad”, aseguró. “Más adelante pueden actualizarse a dispositivos más profesionales” o no.

La gerente de Marca Senior de la china DJI recordó que, alrededor del mundo, se han registrado diversas aplicaciones de los drones. “Se pueden utilizar para realizar tareas como el control de cultivos y sitios de construcción, la búsqueda y el rescate de personas, el mapeo y la inspección de la infraestructura, entre muchas otras”, dijo.

Cinzia Palumbo mencionó en ese sentido un caso de éxito mexicano, de la compañía Skylab Industries que, con un DJI Phantom mapeo 1,000 kilómetros de autopistas en nuestro país. “Les tomó tres semanas realizar el trabajo que, sin esta tecnología, hubiera tomado meses de viajes terrestres y aéreos”, detalló.