Redacción-Aristegui Noticias
“Ya no sólo va a ser Cancún-Palenque (Chiapas), sino va a incluir también Campeche y Yucatán”, indicó López Obrador sobre su proyecto que se concretaría hasta su cuarto año de gobierno.
Pese a que el actual gobierno de Enrique Peña Nieto canceló el proyecto del tren México-Querétaro y no tiene fecha para echar a andar el que va de la Ciudad de México a Toluca, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador amplió su propio proyecto sobre un tren maya.
El lunes, adelantó la construcción de la vía férrea para un tren moderno, turístico y cultural, que incluirá varios estados del sureste del país.
Indicó que el proyecto del tren contemplaba: Cancún, Tulum, Bacalar, Calakmul y Palenque, pero ya que se cuenta con el derecho de vía del antiguo ferrocarril del sureste, desde Palenque hasta Valladolid, su proyecto cruzará las entidades de Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo.
Anticipó que habrá estaciones en: Campeche, en Mérida, Yucatán; en Valladolid y Cancún, por lo que se amplía el proyecto original, de 900 a mil 500 kilómetros.
Incluso mencionó que las posibles estaciones del tren serán: Palenque, Candelaria, Escárcega, donde se abrirá un ramal hasta Xpujil, cerca de Calakmul, donde habrá acceso a la zona arqueológica de dicho lugar; se continúa hacia el Caribe, para pasar por Bacalar, Tulum y Cancún.
Al mismo tiempo, añadió, se construye de Escárcega a Campeche, Mérida, Valladolid y de ahí a Cancún, en una especie de “Y” que incluye toda la Península de Yucatán, además de Chiapas y Tabasco.
Precisó que para financiar el programa se utilizarán los fondos que se recaudan del impuesto al turismo, es decir alrededor de 7 mil millones de pesos por año.
Como no será suficiente, se hará una convocatoria para buscar una sociedad con la iniciativa privada, para una inversión mixta: pública y privada.
“De esta forma, vamos a estar en condiciones de lanzar la convocatoria, iniciar el proceso de licitación desde el día primero de diciembre para tener terminada la obra a más tardar en cuatro años”, confió.
Subrayó que la construcción del tren maya es una obra muy importante, porque se comunicará una de las regiones de más importancia cultural en el mundo.
Precisó que los trabajos tendrán un costo de 120 a 150 mil millones de pesos en los mil 500 kilómetros de tren.
Todo esto pese al fracaso en la construcción de trenes por parte del actual gobierno de Enrique Peña Nieto.
En el caso del que correrá de la CDMX a Toluca, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, prometió que podría ser utilizado hasta el 2019, pero no hay seguridad de ello tras el fin del gobierno de EPN en noviembre próximo.
En marzo pasado, Aristegui Noticias reveló cómo en cinco años este tren Interurbano ya se encareció 55 por ciento y se ha desarrollado sin respetar estándares de transparencia y rendición de cuentas, según un reporte del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Y es que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) presupuestó 38 mil millones de pesos para todo el proyecto, pero para este año se consideró un gasto total de 59 mil millones de pesos, lo que representa un aumento de 55 por ciento.
Al igual que el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), el Tren México-Toluca será analizado por la siguiente administración, adelantó Javier Jiménez Espriú, propuesto como Secretario de Comunicaciones y Transportes por Andrés Manuel López Obrador.
“Es un tren que está muy adelantado, pero no sabemos el estado que guarda, no sabemos el análisis beneficio – costo o cuánto se ha erogado, pero sí sabemos que está interrumpida su construcción en el tramo final de Santa Fe a Observatorio”, dijo en entrevista para la agencia Notimex a finales de julio.
Justificó la necesidad de conocer a detalle los proyectos que continuarán en el próximo sexenio, aunque admitió que se buscará continuar con las obras en proceso, “salvo que encontremos en una obra algo que no se justifica“.
Agregó que “ha habido mucho problema social, mucho problema constructivo, pero sí dejaremos, y esa es la meta, al cien por ciento la obra civil concluida, para que el tren pueda entrar en un plazo breve a pruebas operativas”.