El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró este viernes que el Senado haya aprobado el fuero presidencial, hecho que consideró como “histórico”. Con esta reforma se podrá juzgar a los presidentes como a cualquier ciudadano.

“Quiero agradecer mucho a los legisladores, en este caso a los senadores, porque se aprobó la iniciativa que enviamos para quitar el fuero presidencial. Es un hecho histórico”, expresó en conferencia de prensa López Obrador, quien envió esta reforma al Congreso tras asumir el poder a finales de 2018 dentro de su plan para eliminar privilegios políticos.

La reforma, que tras su aprobación en la Cámara de Diputados y en el Senado debe ser ratificada por la mayoría de los congresos estatales, modifica el artículo 108 de la Constitución, que establece que el presidente solo puede ser acusado de traición a la patria y delitos graves mientras esté en el cargo.

La nueva propuesta añade: “Podrá ser imputado y juzgado por traición a la patria, hechos de corrupción, delitos electorales y todos aquellos delitos por los que podría ser enjuiciado cualquier ciudadano común”.

“Ahora con esta iniciativa, con esta reforma a la Constitución, se va a poder juzgar al presidente por cualquier delito, como cualquier ciudadano”, celebró este viernes el presidente.

López Obrador recordó que el fuero presidencial se estableció en la Constitución de 1856 y se mantuvo en la de 1917. “Es hasta ahora que se quita el fuero presidencial, estamos hablando de cerca de 150 años de mantener este fuero, este privilegio”.

El mandatario lo consideró “un gran avance” y se mostró convencido de que la reforma entrará en vigor antes de terminar este año, aunque todavía tiene que ser ratificada por al menos 17 de los 32 congresos de los estados que conforman el país.

Tras casi dos años estancada por falta de consensos, la reforma fue finalmente aprobada el pasado septiembre por la Cámara de Diputados y este jueves por el Senado, donde obtuvo 89 votos a favor y 23 en contra.

Incluso dentro de las filas de López Obrador ha habido discrepancias sobre esta medida, como es el caso de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, una reconocida jurista que defendió que “el fuero es una protección constitucional al primer mandatario de este país”.

Durante el debate, la senadora opositora Xóchitl Gálvez Ruiz, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), opinó que la reforma no suprime el fuero, sino que solamente amplía el catálogo de delitos por los que se puede juzgar al presidente.

“Es inadmisible seguir aceptando esta farsa”, dijo.

La supresión del fuero forma parte del combate a la corrupción y la supresión de privilegios iniciada por López Obrador, quien también ha buscado vender el avión presidencial y rechazó vivir en la residencia presidencial de Los Pinos.

López Obrador ha convocado también una consulta ciudadana para 2021 en la que los mexicanos decidirán si el Gobierno debe investigar y en su caso denunciar por corrupción a los expresidentes del país.

También pretende convocar un referéndum en 2022 en el que los ciudadanos decidirán si él debe dejar el cargo o completar su mandato hasta 2024.