Por José Luis Enríquez Ambell
Un contraste de alegría y tristeza en el 210 aniversario del inicio de nuestra Independencia de México.
No es normal en un programa patrio para la noche del Grito de Independencia ver la soledad en plazas públicas, pero con la alegría por dentro en cada mexicano.
La responsabilidad ciudadana obligó ante el Covid – 19 (aprovecho transmitir abrazo solidario a todas las familias que están padeciendo el dolor en la salud y los efectos de esta enfermedad) el evitar aglomeraciones en sitios públicos donde cada año se festeja nuestro orgullo de ser mexicanos; independientes y emancipados.
He tenido la oportunidad de colaborar y asistir en los festejos del día 15 de Septiembre y otras relevantes fechas, es muy fuerte ver que la pandemia nos hizo reprogramar quizá una de las fiestas más históricas y emblemáticas de todos los mexicanos y que nos da identidad, que incluso, en el calendario de todos está muy marcada más allá de lo comercial.
Ojalá que la solidaridad nacional nos lleve a reflexionar para cambiar y mejorar lo que no está funcionando en el País.
México es mucho más que los enfoques políticos y sobre todo, más que las diarias ocurrencias desde las instituciones que no es posible mandarlas al diablo sino respetarlas para que sigan siendo bandera y estandarte de todos.
Defendamos a México como nuestros próceres lo hicieron.
Viva México !
Viva México !
Viva México !
¡ES CUANTO !