En entrevista para el portal de noticias Al Calor Político, el director de Salud Pública en el estado Salvador Beristáin Hernández, dijo que el dengue llegó para quedarse en Veracruz “porque las condiciones climáticas, psicológicas y de población nos favorecen (sic) para tener este tipo de enfermedad”.
Ignoro qué tenga que ver la psicología con el dengue, pero bueno…
Agregó que el número de casos en Veracruz es de 2 mil y que están repartidos entre Xalapa, Pánuco y Martínez de la Torre con 500 cada uno y Orizaba con 400. Es de suponerse que los 100 casos restantes estarán desperdigados en el resto de la entidad.
Pero sus datos son falsos, lo que no deja de ser una pena en un funcionario que se supone debe contar con información más precisa. Para colmo se contradijo porque en la misma entrevista indicó que Xalapa es el municipio que más padece de la enfermedad con 807 casos confirmados.
¿En qué quedamos con Xalapa, tiene 500 u 807 casos de dengue?
En su último informe semanal (del 8 al 14 de septiembre), la Dirección General de Epidemiología dio a conocer que existen 13 mil 963 casos de dengue en todo el país, de los que 4 mil 126 están en Veracruz donde se han registrado dos fallecimientos. Pero hay 21 muertes más que están siendo analizadas y si se confirma que fueron por dengue, el número de víctimas aumentará exponencialmente.
Lo que preocupa es que ante una cifra tan elevada, personas como Salvador Beristáin minimicen el problema. A pesar de que el número de enfermos aumentó en un 300 por ciento, este señor dice que el dengue no se encuentra fuera de control.
¿Cómo puede hablar así cuando el año anterior se registraron en todo el país 4 mil casos y en la actualidad sólo en Veracruz existen más de 4 mil?
En Papantla hasta el mes anterior se habían reportado 37 casos, lo que ya era alarmante. Y ahora hay más de 300 confirmados.
¿Qué acaso ese no es un problema serio?
Llama la atención Xalapa con el mayor número de casos a nivel estatal. Aunque no debería sorprender tanto si tomamos en cuenta que desde que llegó a la administración municipal Hipólito Rodríguez, la otrora limpia y bella Xalapa se ha convertido en algo parecido a un basurero.
El dengue es un problema de salud pública que no tiene por qué ser desdeñado, soslayado o minimizado. Si bien las cifras que te estoy dando a conocer lector, son las oficiales, existen otras extraoficiales de personas que tienen el virus pero que no concurren a ningún centro de Salud y por lo tanto no están registradas.
Se calcula que sólo en la entidad el número de estos enfermos sería de 2 mil con lo que estaríamos hablando de más de 6 mil infectados.
Si estos números no son para aceptar que la enfermedad está fuera de control entonces no sé qué serán.
Salvador Beristáin dio a entender que el dengue se ha propagado porque la gente tiene depósitos con contención de agua positivos para la crianza de la larva y tiene razón. Pero es obligación del Estado auxiliar en esa tarea y por lo menos aquí en Veracruz, el Estado no movió un dedo en nueve meses para evitar la propagación del mosco. Lo que está haciendo ahora, cuando el problema ya está encima, es tratar de controlarlo y eso es casi imposible.
Y a propósito de control, el funcionario soltó esta otra perla de contradicción: “Si todos participamos (en la lucha contra el dengue) podemos, no controlarlo, porque eso es muy difícil, pero lo podemos contener, disminuir los riesgos”, dijo.
—¿Tenemos que aprender a vivir con el dengue? — le preguntó la reportera.
—Sí, y a controlarlo…— fue parte de su respuesta.
Lo que quiso decir es que no, porque es dificilísimo, pero siempre si podemos controlar al mosco.
Qué tristeza con estos funcionarios de la 4T, me cae que sí.
Con personas como Salvador Beristáin al frente de una dependencia que tiene que ver en el combate a esta peligrosa epidemia, en efecto, el dengue llegó para quedarse en Veracruz.
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