El consumir alcohol continuamente es una de las principales causas de la cirrosis hepática, sin embargo, la hepatitis B y C, la diabetes, la obesidad y los triglicéridos altos, son considerados factores de riesgo que pueden también condicionar el desarrollo de la enfermedad.
Se sabe que el grupo de personas más afectados por este padecimiento son hombres entre los 40 y 60 años de edad, indicó el doctor Octavio Ávila Mercado, gastroenterólogo quirúrgico de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Nº 14 del Centro Médico Nacional “Adolfo Ruiz Cortines”, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz.
“La cirrosis es una enfermedad del hígado que se caracteriza por la inflamación del órgano y la formación de tejido cicatricial, lo que provoca un funcionamiento deficiente del órgano; “dichas cicatrices o nódulos en etapas avanzadas de la enfermedad, pueden ocasionar hemorragias o bien insuficiencia hepática, lo que condiciona la muerte si no se trata oportunamente”, agregó el especialista.
Al principio la cirrosis puede pasar inadvertida por la ausencia de sintomatología, pero, la fatiga, pérdida del apetito y debilidad, son las principales señales; una vez que la enfermedad avanza, los cambios en el organismo son más evidentes como: la ictericia, edema en los pies, hemorragias por nariz, boca y en casos más extremos pérdida de la conciencia.
El tratamiento de la enfermedad va a depender del agente causal, en los casos donde el paciente presenta hemorragias, se recomienda la endoscopía para descartar varices esofágicas y cabe subrayar que la cirrosis es un padecimiento irreversible, ya que el tejido hepático no puede regenerarse”, explicó Ávila Mercado.
Finalmente exhortó a la población a evitar beber alcohol y la automedicación, por otra parte, recomendó acudir al médico para una revisión rutinario, acostumbrar una alimentación balanceada y mantener un estilo de vida saludable.