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Por Víctor Hugo Arteaga
Diciembre 24, 2024
El Comité Olímpico Internacional so pretexto de su Carta Olímpica ha violentado las leyes del deporte en muchos países del mundo
Foto: Notimex.
Los valores olímpicos que hace 128 años defendió el Barón Pierre de Coubertin para retomar los Juegos Olímpicos en una era moderna han dejado atrás los ideales que buscaban unir al mundo en una fiesta deportiva de paz.
Hoy todo eso se ha convertido en una mafia de dirigentes a nivel mundial, que lo único que buscan es enriquecer sus bolsillos y los de sus allegados, dejando totalmente de lado a los deportistas y los resultados deportivos.
El olimpismo moderno, según agencias de inteligencia de los Estados Unidos, es hoy una de las empresas civiles donde ocurre el mayor lavado de dinero, so pretexto de la Carta Olímpica y la No Injerencia Gubernamental.
México no es la excepción. Aquí los dirigentes olímpicos desde las épocas de Mario Vázquez Raña, pasando por Carlos Padilla Becerra y hoy con la impresentable María José Alcalá, se dedicaron y dedican a usar al gobierno solo para sus intereses.
Como ejemplo está el deporte de alto rendimiento y sus atletas, que cuando comienzan sus carreras en la infancia son patrocinados al ciento por ciento por las familias.
De tal manera que si un niño o joven deportista tiene talento natural y cualidades en un deporte, son los padres y las familias quienes tienen que gastar en ellos para lograr su desarrollo.
Desde los siete años hasta la adolescencia los jóvenes que participan en los eventos federados son impulsados mayormente por los recursos de sus padres.
Es solo hasta que destacan que los Estados comienzan a apoyarlos con becas bajas, proveyéndoles de uniformes y en algunas ocasiones viajes a competencias nacionales y según el grado de brillantez de los chicos, quizá los apoyen para asistir a competencias nacionales e internacionales.
En el sexenio anterior la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), a cargo de Ana Gabriela Guevara, dedicó más de 3 mil 500 millones de pesos para el soporte de atletas y entrenadores de todas las categorías.
El desarrollo de alto rendimiento a nivel de selecciones nacionales entonces toma forma con un trabajo en conjunto entre las Federaciones que tienen a los deportistas vía las Asociaciones Estatales, los institutos deportivos de los estados y la propia Conade.
Entre todos ellos construyen a los mejores deportistas mexicanos una vez que muestran que tienen las cualidades para competir y llegar a ubicarse entre los mejores del mundo.
Son los padres y las familias, los institutos deportivos de los estados y la Conade, los que construyen a los atletas mexicanos.
Definitivamente no es el Comité Olímpico Mexicano el que invierte en los seleccionados que algún día llegarán a esos Juegos Olímpicos. Por supuesto que no!
Y es ahí donde comienza a, de una manera elegante, lavar el dinero de los gobiernos a través de los Comités Olímpicos.
El Comité Olímpico Mexicano en el caso de este país, es la franquicia que tiene el control para poder inscribir a los atletas en los eventos del ciclo olímpico a nivel regional y más tarde continental, que irán definiendo quiénes son los atletas mexicanos que asistirán a una justa olímpica.
Imaginemos una gran fiesta. Donde asistirán alrededor de diez mil invitados. Unos 107 de ellos mexicanos.
La Conade y los gobiernos de México, pagan durante cuatro años al Comité Olímpico la ropa que los invitados usarán para la fiesta. Pagan además la comida que se dará en la fiesta. Los pasteles de la fiesta, el transporte para que todos vayan a la fiesta.
La Conade y el gobierno de México pagan las serpentinas que habrá en la fiesta, los globos, la música, la decoración, y en general absolutamente todo lo que tiene que ver con la fiesta.
Eso es en Juegos Centroamericanos y del Caribe y Panamericanos hasta llegar a Juegos Olímpicos.
Durante ese proceso el Comité Olímpico Mexicano (COM) lo único que hizo fue literalmente inscribir a los asistentes a cada fiesta. Nada más eh!
No pagó eventos de preparación de alto nivel para que los invitados que asistirán a la máxima fiesta deportiva cada cuatro años.
Y he aquí lo bueno y sensacional donde los comités olímpicos nacionales no tiene la más mínima moral ni ética. Que a pesar de saber que en ningún momento pusieron dinero para desarrollar a los talentos deportivos, al tener la marca o franquicia en cada país, se reservan el derecho de no incluir en sus fiestas al Gobierno de México porque es “su fiesta”.
Oye, dice la Conade y el gobierno de México, pero yo pagué la fiesta, te dí todo durante cuatro años y ahora que toca ir a ver el trabajo que se hizo durante cuatro años y millones de pesos invertidos, la franquicia llamada COM se da el lujo de despreciar a quien durante cuatro años pago todos los gastos para esa fiesta.
Así de manera didáctica se puede entender lo que son los Comités Olímpicos nacionales.
En México, como en la mayor parte de los países del mundo, los comités olímpicos se dedican a gastarse los recursos de los gobiernos, pero cuando les piden cuentas para justificar el dinero que se les da tienen un as bajo la manga que se llama “injerencia gubernamental”, que es el salvoconducto y permiso para robar que les da el Comité Olímpico Internacional y que consiste en decirle a los gobiernos, “tú no tienes derecho a pedir cuentas sobre el dinero que nos regalas para nuestras fiestas”.
Es esto lógico? Es esto legal? Es esto correcto? En las próximas décadas veremos cómo el movimiento olímpico enfrentará persecuciones por parte de organismos internacionales y agencias de inteligencia en muchos países, que ven el Modus Operandi como un peligro.
Veremos cómo los países inconformes y como las federaciones locales que son violentadas desde las internacionales comenzarán un movimiento en contra el Olimpismo.
No se sabe aún si se llamarán Juegos Mundiales, Juegos del Planeta o Juegos de la Amistad Mundial, pero lo que sí es un hecho es que llegó el momento en que los débiles alzarán la voz para organizar y competir entre iguales.
Este movimiento espera algún día desmoronar al olimpismo, que en la primera cuarta parte del Siglo XXI ha colmado con sus abusos e incluso comienza a ser vigilado desde la parte económica, por los países más poderosos del mundo, que se han puesto la meta de acabar con los abusos cometidos por el Comité Olímpico Internacional y sus cómplices las federaciones internacionales y los comités olímpicos nacionales.
*Víctor Hugo Arteaga es ganador del Premio Nacional de Periodismo 2016 por el reportaje de investigación “Las Empresas Fantasma de Javier Duarte”, el exgobernador que se encuentra preso gracias a ese trabajo.
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