Bernardo Gutiérrez Parra
El pasado 30 de septiembre y de gira por Texcoco, Andrés Manuel López Obrador declaró: “Ya puedo irme tranquilo dentro de un año. Ya termino mi mandato a finales de septiembre del año próximo, pero déjenme decirles que me voy tranquilo porque hay relevo generacional…”. Dejando de lado el relevo generacional, ¿de veras se va tranquilo con tamaño regadero? Ah bárbaro.
Entre sus pendientes están Dos Bocas que no tiene para cuándo refinar al 100 por ciento, el Tren Maya que dejará funcionando sólo en un tramo, el AIFA que sigue sin levantar, su promesa de crecer al 5 por ciento, la descentralización de las secretarías, hacer 2 mil 744 sucursales del Banco del Bienestar y erradicar la violencia de género.
Pero hay más.
Va a dejar un país más corrupto que el que recibió pero con frases de colección: “¿Qué les digo a los corruptos desde aquí? Ríndanse, los tenemos rodeados. Mi gobierno no será recordado por corrupto; nuestro principal legado será purificar la vida pública de México y estamos avanzando. Los corruptos no tienen cabida en la 4T. Ya no hay impunidad; el que la hace la paga”.
Pero ante el cúmulo de evidencias tuvo que reconocer: “Continúa habiendo corrupción en México, pero ya no es lo mismo”. Y ahí te dejo la frase lector para que la interpretes a tu voluntad.
Otro de sus sonsonetes favoritos fue prometer que acabaría con la violencia en un año y luego en dos y luego en tres. Pero con más de 163 mil asesinatos dolosos, su sexenio pasará a la historia como el más sangriento en cien años.
Antes del 2018, México tenía el mejor sistema de vacunación del mundo y en ese sentido era ejemplo para otros países. Mediante el Seguro Popular, el Estado otorgaba servicio gratuito de médicos, medicinas e intervenciones quirúrgicas mayores a 50.3 millones de personas.
Pero eso se acabó.
Andrés Manuel “transformó” el Seguro Popular en el INSABI que duró menos de cuatro años, costó más de 500 mil millones de pesos que literal, se fueron a la basura y dejó sin servicios médicos a esos 50.3 millones de mexicanos que atendía el Seguro Popular y que ahora, también literal, andan al garete.
En tiempos de los corruptos Fox, Calderón y Peña Nieto, el esquema completo de vacunación para los menores era del 98 por ciento. En tiempos de la 4T solo tres de cada diez niños y niñas tienen su esquema de vacunación completo lo cual es un crimen de lesa humanidad.
El desabasto de medicinas que va para cuatro años también es otro crimen, aunque no tan grave como la muerte de más de 2 mil 600 niños con cáncer, que fallecieron por falta de medicamentos que debió otorgarles el Estado mexicano.
Antes de que llegara Andrés Manuel a Palacio Nacional la delincuencia estaba focalizada en siete estados lo que ya era un escándalo. Hoy, el 87 por ciento de los municipios están infiltrados por los delincuentes, es decir más de dos terceras partes del país.
Pero con todos estos pendientes (que apenas son una parte) el señor presidente se va tranquilo porque “ya hay relevo generacional”. Es decir, al final del día lo que interesa es la continuidad de la 4T porque con esto se garantiza que al menos por seis años seguirán los abrazos para los delincuentes, la multiplicación de los homicidios dolosos, los feminicidios, los secuestros, la descapitalización del país, el desempleo, el desabasto de medicamentos, los accidentes en el Metro, las pésimas carreteras y otras lindezas.
Que quede claro, si el país se cae a pedazos eso vale gorro. Lo que interesa es el relevo generacional en Morena para que el sensey tabasqueño se vaya tranquilo a su rancho. Sin barruntos judiciales que en el futuro lo puedan llevar al tambo.
Caray qué bonito.
Bienvenida Viridiana
Más de cuatro meses de injusto infierno en una cárcel son los que tuvo que pasar la periodista Viridiana Bretón Feito acusada de un delito que jamás cometió. Como recordarás lector la también ex alcaldesa de Ixhuatlán del Café, fue acusada de “instigar” a un grupo de cafeticultores para que incendiaran las oficinas de la empresa Agroindustrias Unidas de México, en enero del 2022.
La acusación se cayó de lo débil que estaba desde un principio porque no hubo un solo elemento probatorio que la inculpara. Pero la consigna era meterla en prisión y la encarcelaron de manera injusta.
Felizmente sus abogados consiguieron que le modificaran la medida cautelar y ahora se defenderá desde su casa. El juicio llevará su tiempo, pero al final se confirmará lo que ya se sabe: que Viridiana sigue siendo una mujer íntegra y honesta, incapaz de hacerle daño a nadie.
Bienvenida a la libertad, querida Viri.
bernardogup@hotmail.com