Desde el Café
El día que naufragó Ricardo Monreal
Por Bernardo Gutiérrez Parra
Si alguna oportunidad tenía Ricardo Monreal de ser candidato de la oposición a la presidencia de la República, esa oportunidad naufragó, no porque votara contra el plan B de la reforma electoral, ni por su eventual salida de Morena ya sea por renuncia o expulsión, sino porque votó en solitario. Me explico, lector.
Fueron días y semanas los que Ricardo descalificó la reforma, pero también fueron tiempos en los que no se definió. Simplemente anduvo jugando al malabarista, pero a pesar de ello su imagen pública se fortaleció; aunque hay que decir que ayudaron a ese fortalecimiento el desprecio y los ataques que ha recibido desde Palacio Nacional.
Monreal es hasta ahora el único militante de Morena que se le ha subido a las barbas a Andrés Manuel y eso le generó la simpatía de cientos de miles de mexicanos que lo vieron como la opción más viable de la oposición a la presidencia. Y hasta antes del miércoles por la noche lo era. Pero…
El zacatecano jugó mal sus cartas.
En el Senado, Ricardo contaba hasta antes de la votación de la reforma con un grupo de entre 18 y 20 senadores (de los 61 que tiene Morena), que le eran afines y se marcharían con él si era expulsado del partido. Así de intenso estaba el apoyo. Pero…
Este miércoles, minutos antes de la votación, todo mundo daba por descontado que Monreal sufragaría en contra de la reforma, lo que al final sucedió. Pero también daban por hecho que había cabildeado con sus 18 o 20 amigos para convencerlos de lo mismo, lo que nunca sucedió.
Cuando subió a la tribuna dijo: “Vengo a presentar un voto particular respecto al contenido de distintas disposiciones que se intentan modificar en seis ordenamientos jurídicos. En el voto particular expreso mis razones, argumentos, justificaciones y causas, por las que he decidido tomar esta posición. Aclaro que es un asunto estrictamente personal, no involucra al grupo parlamentario en el que participo…”
Lo demás que dijo en los 7 minutos con 33 segundos que estuvo en la tribuna, quedó para el olvido. Aunque nunca mencionó “mi voto es en contra de la reforma” quedó más que entendido. Cuando se encendió el tablero de la votación los legisladores contuvieron el aliento y en Palacio Nacional, festejaron el triunfo.
Si doce senadores morenistas hubieran seguido a Ricardo Monreal, en estos momentos sería el aspirante opositor con más posibilidades de ser presidente en 2024. “Sería un aspirante de miedo para Andrés Manuel” me dijo un analista. Pero su voto casi en solitario (el moreno Rafael Espino de la Peña también votó en contra) lo dejó fuera del camino.
¿Qué sigue para él? López Obrador se encargará de su futuro.
A pesar de que dijo “Nada de purgas”, agregó que hay “un tribunal popular” que juzgará la actuación del zacatecano. “Entonces no pasa nada si un político toma una decisión. ¿Quién va a juzgar? El pueblo”.
¿Y Quién es el pueblo? Pues el señor presidente.
Por meses Ricardo fue un dolor de cabeza para Andrés Manuel que lo quería correr del partido, pero no se atrevió porque sabía que lo único que lograría sería fortalecerlo más.
Si ahora se va o se queda es intrascendente, porque ya no es un peligro para el presidente ni para su candidata. Y si lo corren no pasará nada.
¿Por qué cayó tanto si votó en contra de la reforma? Porque su voto tendría que ir acompañado de otros 12 y eso no sucedió. Y no sucedió porque le faltó fuelle (decisión, carácter o qué sé yo) para convencer a sus pares de que lo acompañaran en la aventura de pasar a la historia.
Ricardo se hundió y solo que ocurra un milagro será candidato de la oposición. Pero un candidato endeble e incluso testimonial que será barrido por la maquinaria morenista.
…Y José Luis Lima Franco cumplió
El miércoles anterior y previo a la comparecencia del gobernador Cuitláhuac García, los reporteros entrevistaron al secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, sobre un tema de interés para todos los trabajadores del estado, docentes, pensionados y jubilados. Y el joven funcionario les dio buenas noticias; dijo que la Secretaría de Finanzas estaría dispersando recursos para el pago de quincenas y aguinaldos. ¿Qué días? El propio miércoles, jueves y hoy viernes
“Son cerca de 10 mil millones de pesos entre las dos quincenas de diciembre y los aguinaldos, tanto para todas las dependencias, como para los Organismos Públicos Descentralizados y para los Organismos Autónomos”, indicó.
A la pregunta sobre si les pagarían a los maestros, Lima Franco respondió: “Sí, en los 10 mil millones va lo que corresponde a las dos quincenas de los maestros, los aguinaldos y la parte del retroactivo por el aumento salarial que se les ha dado”.
“¿El pago a los maestros del 3, 2 y 1% va a ser permanente?”, le preguntaron y contestó: “Sí, es una parte que ya va en el salario, por ello es que en el presupuesto del próximo año viene el aumento en la parte de educación, precisamente porque ya se contempla este aumento salarial”.
¿Y qué pasó?
Desde este miércoles, alrededor de 22 mil maestros de la Sección 56 del SNTE, comenzaron a recibir el pago de sus quincenas, así como el incremento salarial retroactivo que autorizó el presidente López Obrador, dijo el secretario general de ese organismo, Reveriano Martín Hernández.
Por otra parte, los burócratas de todo el estado también comenzaron a recibir sus quincenas y el pago de su aguinaldo.
Una vez más José Luis Lima Franco cumplió su encomienda de pagar con puntualidad sueldos y prestaciones de los trabajadores del Estado.
bernardogup@hotmail.com