Bernardo Gutiérrez Parra
El sábado por la tarde miembros del Ejército y cientos de trabajadores seguían afanados en poner a punto la Central Avionera de Santa Lucía, para que la ceremonia de inauguración que se realizó este día saliera impecable cuando ¡sopas!, hasta allá les llegó el efecto de la bomba que dejó caer sobre Palacio Nacional el ex consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra.

En una misiva publicada en Proceso, Scherer acusó al Fiscal General, Alejandro Gertz Manero y a la presidenta del Senado Olga Sánchez Cordero, de confabularse para perseguirlo mediante un modus operandi “extorsivo” con objeto de manchar su nombre y el de su familia.

El efecto de la explosión le dio de lleno al presidente López Obrador que este domingo lució el semblante demacrado en San Pablo Guelatao, tierra de Benito Juárez, a donde fue a rendirle honores con motivo del 216 aniversario de su nacimiento. Quienes estuvieron con él atestiguaron que a leguas se le notaba distraído, agotado y abrumado.

La denuncia de Scherer lo descoyuntó y apabulló, pero también lo engalló. “Los conservadores nos van a seguir haciendo lo que el viento a Juárez”, dijo y con esto dio por terminada su amistad de más de 20 años con su ex consejero, al que de ribete y para no perder la costumbre metió en el saco de los conservadores.

El único tema agendado para hoy en su conferencia mañanera era el aeropuerto, pero no se necesita ser adivino para saber que el bombazo de Scherer echó para abajo la escenografía y mandó al Felipe Ángeles al segundo lugar. El tema principal será el pleito del ex consejero con Gertz y las consecuencias para el presidente, como seguramente se corroborará, lector.

Pero ahí no para todo.

Este viernes ex fiscal de los Estados Unidos, Bill Barr dijo en entrevista con Fox News que el presidente López Obrador perdió el control del país. “Fui ahí un par de veces para ver si podíamos endurecer la columna vertebral de ese presidente que cree en los abrazos, no en las balas, y está perdiendo. Ha perdido el control del país”.

Al referirse a los cárteles que operan en México Barr enfatizó: “Tienen ejércitos, literalmente ejércitos que son cada vez más paramilitares y vehículos blindados”. Y agregó un comentario que espanta: “Lo que siempre me ha preocupado es que el gobierno de México vaya a compartir soberanía con los cárteles y llegar a un modus vivendi con ellos”.

López Obrador aguantó los embates contra Manuel Bartlett e Irma Eréndira Sandoval, contra sus hermanos Pio y Martinazo, contra su prima Felipa, contra la maestra Delfina Gómez; señalados de transas y corruptos y a todos los defendió.

Donde sí se pandeó fue con el escándalo de la Casa Gris en la que vivió como marajá su hijo mayor, pero fiel a su costumbre atacó sin piedad a los que balconearon al zángano.

Por todo lo anterior y mucho más, la inauguración de la Central Avionera Felipe Ángeles era el distractor que necesitaba con urgencia. El bálsamo y la bocanada de aire fresco que le serviría de sosiego a tanta bronca. Si alguien le preguntaba sobre las declaraciones de Barr, ya vería con qué le contestaría a ese gringo injerencista.

Lo importante, lo sustantivo en este primer día de primavera era la inauguración de la Central Avionera. Nada podía ser más significativo y transcendental que eso, nada. Y pácatela… que va saliendo Julio Scherer con su fregadera.

También fiel a su costumbre, Andrés Manuel lo mandó al diablo para seguir apoyando a un corrupto vengativo.

Pero está soslayando dos cosas: la primera es que el gobierno de los Estados Unidos le está pisando los talones a varios miembros de su gabinete sospechosos de tener nexos con el narco y esa investigación lo puede salpicar.

Y la segunda es que está apoyando a un cuervo que le sacará los ojos.

Con tanto espaldarazo presidencial como ha recibido, Gertz Manero seguirá siendo un fiscal muy poderoso. Y como su periodo es transexenal, después del 2024 tendrá manos libres para meter en prisión a su enconado enemigo Julio Scherer y de ribete, a Andrés Manuel López Obrador recién salido de la presidencia.

Como todos los traidores, Alejandro Gertz no conoce de lealtades.

PREDICCIONES DE EL MONO VIDENTE. El recién inaugurado aeropuerto Felipe Ángeles, será dentro de unos años una funcional base militar aérea bajo el auspicio de la Secretaría de la Defensa Nacional y se llamará por siempre Santa Lucía.

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