* Se debe replantear la educación sexual y eliminar paradigmas
Xalapa, Ver.- Con el conversatorio Autocuidado y Violencia de Género, a cargo de las
especialistas Lorena Arredondo y Ximena Meneses, concluyó la campaña Self-care:
Autocuidado en la salud sexual para adolescentes y jóvenes, organizada por la Subdirección
de Salud Municipal.
En el Centro Recreativo Xalapeño (CRX), la titular del área, Flor Patricia del Ángel Aguilar,
agradeció a quienes participaron en esta campaña, así como a las personas que la siguieron
por redes sociales o asistieron presencialmente a las actividades desarrolladas: “Cuando se
suman voluntades en beneficio de la población, los resultados siempre son muy buenos”.
Durante el conversatorio Autocuidado y Violencia de Género, la psicóloga Lorena Arredondo
dijo que para responder preguntas sobre la manera de reconstruir la educación sexual, el
primer paso es hablar claramente las cosas y replantear términos tan básicos como la
educación y el aprendizaje, antes de abordar asuntos relacionados con la sexualidad.
Explicó que el castigo y la vergüenza son constantes dentro de una sociedad como la
nuestra que se encuentra dominada por la religión, por lo que se debe comenzar a hablar
sobre algunos temas, como la existencia e importancia de los genitales, así como fomentar la
empatía entre las personas desde temprana edad.
Además, expuso, hay que dejar de enseñar la indefensión a las mujeres y el ejercicio de
poder a los hombres, con el fin de cambiar estos paradigmas arraigados en la idiosincrasia
local.
También consideró que lo primero que se debe hacer es reconectar con la juventud para
poder conocer la realidad en la que se desenvuelve, que claramente no es la misma en la
que los adultos actuales se desarrollaron.
Finalmente, manifestó que si bien esta campaña se dirige a la juventud y la adolescencia, es
importante trabajar el tema de la violencia de género desde la infancia, pues aunque el nivel
de agresión es menor, es la fase en la que se forma al individuo.
La antropóloga Ximena Meneses coincidió en que la desigualdad surge desde el sistema
educativo en el que, a propósito, o como causa de una convención social, no se habla de
temas relacionados con la sexualidad femenina como el orgasmo.
Destacó que además es necesario fomentar espacios seguros para la comunicación donde
quede fuera la vergüenza y exista cabida para la denuncia de conductas dañinas, sin tener
que considerar impactos negativos asociados al estigma que aún existe en relación con
temas sexuales.