Bernardo Gutiérrez Parra
Al menos en siete ocasiones Andrés Manuel López Obrador ha prometido desde sus mañaneras que el desabasto de medicamentos se resolverá en breve, pero no ha cumplido y la escasez continúa. Cada promesa la adereza con descalificaciones a las farmacéuticas que ya aburren y tienen hartos a quienes lo escuchan; principalmente a los padres de niños con cáncer.

Ayer en Zacatecas dijo que ya se compraron todos los medicamentos (lo que ya había dicho antes) pero el problema es la distribución. Sin embargo prendió una luz: “Así como se distribuyeron las vacunas, vamos a distribuir los medicamentos hasta en los pueblos más apartados. No van a faltar o me dejo de llamar Andrés Manuel”.

Hace dos semanas advirtió a los titulares del INSABI y de la Secretaría de Salud que ya no aceptaría “pretextos” en el desabasto y les exigió resolver el problema. “Esto va para Juan Ferrer y para el doctor Alcocer. No quiero escuchar que faltan medicamentos y no quiero excusas de ningún tipo, no podemos dormir tranquilos sin medicamentos para atender a los enfermos”.

Y quiérase que no hubo gente que le creyó, pero el gozo se quedó a medias cuando el doctor Alcocer dijo que el desabasto terminará por ahí de enero o febrero. Aunque no dijo de qué año.

En Veracruz, la falta de medicamentos oncológicos ha cobrado la vida de 32 menores de 0 a 17 años, denunció Susana Lara García presidenta de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer. Y agregó que esas muertes se registraron entre el 2020 y lo que va de este año.

Lo que no dijo Susana es quién es el responsable, pero ni falta que hace porque en esta vida todo se sabe.

Herodes El Grande es señalado en la Biblia como el autor de la salvaje orden de matar a los niños menores de dos años que había en Belén. ¿Por qué dio esa orden tan cruel? Porque unos Magos venidos de Oriente le dijeron que iban a adorar al futuro rey de los judíos y como Herodes no quería en sus dominios otro rey que no fuera él, ordenó la matanza con la aviesa idea de que entre los muertos estuviera el futuro rey, que no era otro que un niño llamado Jesús.

¿Cuántos niños murieron en esa matanza? Según estudios demográficos, cuando nació Jesús el pueblo de Belén tenía entre 700 y 1000 habitantes y se calcula que habría aproximadamente unos 20 niños menores de dos años.

Si la cifra es cierta, nomás en Veracruz Andrés Manuel se lleva de calle a Herodes con los 32 menores muertos por falta de medicamentos. Pero se calcula que en el país han fallecido más de 2 mil 600, con lo que Herodes El Grande es un niño de pecho al lado de su tocayo, el pequeño Herodes de Macuspana que ha resultado más letal.

¿A poco Andrés Manuel es responsable de esas muertes? Por supuesto que sí ¿o quién más? Antes de él nunca hubo un desabasto tan grande que provocara tantas muertes. Mal que bien los corruptos neoliberales tenían abastecidos los hospitales y los medicamentos oncológicos eran una prioridad.

Una de sus obligaciones como presidente, porque así lo mandata la Constitución, es abastecer de medicinas a los mexicanos que lo necesiten. Y el sentido común dice que en la entrega de medicamentos se debe priorizar a los niños.

Evadir su responsabilidad diciendo que sus padres están siendo mal aconsejados y “utilizados” por lo conservadores, es una cobardía y una falta de hombría de este pequeño Herodes de Macuspana que con cada una de esas muertes ha cometido un crimen de lesa humanidad.

Lo dije anteriormente y lo reitero; si piensa que las denuncias que hay en su contra por esas muertes se olvidarán, se equivoca. Si no es en México donde la justicia es bien chueca, será en los tribunales internacionales donde tendrá que responder.

A ver si allá le creen el cuento de que el desabasto (con las consecuentes defunciones de tantos menores), fue por culpa de la corrupción de las farmacéuticas. Corrupción de la que por cierto no ha mostrado ni una sola prueba.

La primera iniciativa de Anilú Ingram

Se cuentan por miles en el país, las mujeres y hombres que no se hacen un examen anual de cáncer y esto ha llevado a muchos a la muerte. ¿Es por desidia o indolencia? No, es porque la gran mayoría son trabajadores que no pueden disponer de un día hábil para acudir a un Centro de Salud, porque se los descuentan de su sueldo.

Este jueves la diputada priista Anilú Ingram Vallines, presentó en el Congreso local una iniciativa de reforma a la Ley de Salud del estado, para que se autorice a las trabajadoras y trabajadores un día con goce de suelo a fin de que puedan acudir a practicarse su examen anual y así prevenir el cáncer.

La diputada indicó que quienes tienen un trabajo en Veracruz, ya sea en la iniciativa privada, en el gobierno estatal, ayuntamientos, en organismos autónomos o descentralizados, generalmente no acuden a realizarse ese tipo de pruebas porque si es en un día laboral se los descuentan de su salario.

Como bien sabes lector, el cáncer es curable si se detecta a tiempo. Un examen practicado oportunamente puede salvar y alargar vidas. De ahí la necesidad de asentar en la Ley esta iniciativa para que los trabajadores acudan a un Centro de Salud sin temor a que los priven de parte de sus emolumentos.

La propuesta de Anilú no es política ni para la foto, sino de sensibilidad humana. Y no es la primera. En febrero del año anterior siendo diputada federal, presentó una iniciativa para proteger a los menores huérfanos por feminicidio con atención integral.

En esta ocasión su propuesta tiene el respaldo de la fundación Cáncer Warriors de México y CIMA, las Asociaciones de Mujeres Unidas Contra el Cáncer de Mama y la Asociación Civil Reto. Seguro estoy lector, que los legisladores de las demás bancadas se sumarán a su propuesta y no sólo eso, sino que el buen ejemplo cundirá y será adoptado en otros estados.

bernardogup@hotmail.com