La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) invertirá ocho millones de pesos en adquirir maquinaria y equipo para desarrollar sus propios cohetes aéreos de práctica, llamados Mixcóatl, a fin de “contrarrestar el bajo índice de adiestramiento e incrementar la pericia de los pilotos aviadores al realizar un mayor número de disparos con cohetes aire-tierra”.
Para justificar el gasto, la dependencia indica que la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) necesita mil 500 cohetes anuales para entrenar a un estimado de 375 pilotos aviadores, es decir, cuatro por piloto.
Sin embargo, el armamento aéreo actualmente se compra en el extranjero porque no existen proveedores en el mercado nacional, lo que resulta muy costoso. Es por eso que sólo se adquiere un cohete al año para las prácticas de cada piloto aviador, lo que además de afectar su adiestramiento incrementa los riesgos en diversas operaciones militares.
Además, las gestiones administrativas para la compra de las aeromuniciones en el extranjero son prolongadas y difíciles de concretar y hay pocos países oferentes que vendan cohetes calibre 70 mm, que son los prototipos que los pilotos de la FAM requieren, indica la ficha técnica del proyecto a la que El Sol de México tuvo acceso.
“La totalidad de los cohetes requeridos para el adiestramiento debido a restricciones presupuestales es insuficiente. La adquisición de las municiones del armamento aéreo resulta costosa, y no es genérica; se debe comprar exclusivamente con los proveedores autorizados y las compras se encuentran restringidas por las políticas de tratados internacionales.
“Por lo que se ha establecido como medida de ahorro el consumo individual por piloto aviador de un cohete por año, incumpliendo las metas establecidas en el adiestramiento de personal de pilotos aviadores, repercutiendo en el alcance de las destrezas deseadas en maniobras de tiro desde una aeronave armada para el personal en instrucción de pilotos aviadores”, señala el documento.
A fin de contrarrestar el déficit de material balístico para la formación de los pilotos militares, la Sedena invertirá en la compra de herramientas, maquinaria y equipo para fabricar en México un lote piloto de 200 cohetes de práctica y dos lanzadores de siete bocas, derivado de un proyecto de investigación y desarrollo de aeromuniciones (cohetes de práctica, sin capacidad explosiva), hecho por científicos y técnicos mexicanos, que se tiene contemplado materializar entre 2021 y 2022.
Estos 200 cohetes y dos lanzadores permitirán realizar la validación de los productos para su posterior fabricación en serie, con el propósito de alcanzar la cantidad de mil 500 cohetes y 12 lanzadores por año.
“Para determinar la necesidad de aeromuniciones, se toma un estimado de 375 piezas con un factor de consumo individual de cuatro cohetes por año. Para el adiestramiento de coheteo aire-tierra, durante los próximos cinco años se estima serán necesarios siete mil 500 cohetes, en el concepto que la FAM dispone (sólo) de mil 036 cohetes. A su vez, se requiere 56 lanzacohetes de siete bocas…”
El proyecto, que ha sido nombrado “Desarrollo de cohete de práctica aire-tierra y su lanzador de siete bocas Cal. 70 mm. Mixcóatl, segunda fase”, inició el pasado 1 de septiembre y tiene como fecha de término de ejecución el 31 de diciembre de este año.
Entre el instrumental que la Sedena adquirirá habrá impresoras 3D para obtener prototipos de plástico que permitan realizar análisis de ensamble y desempeño; estaciones de trabajo y computadoras de escritorio, para modernizar las capacidades de cómputo y obtener resultados precisos en los estudios de ingeniería; y la maquinaria y equipo empleados en la fabricación de las piezas que conforman los prototipos de cohete y lanzador.
Será la Subdirección de Industria Aeronáutica Militar, perteneciente a la Dirección General de Industria Militar, la encargada de implementar el proyecto, se lee en la ficha técnica autorizada por el General Brigadier D.E.M. Héctor Jiménez Báez, director del Centro de Investigación y Desarrollo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos de la Sedena.
De acuerdo con la dependencia, la inversión permitirá fomentar el desarrollo tecnológico de la industria aeronáutica militar, abatir costos por compra de insumos del extranjero, reducir los tiempos en la entrega del material bélico de práctica a las unidades operativas de la fuerza a aérea y contar con personal especializado en el diseño y desarrollo de cohetes y sus componentes. Además, generará 388 empleos directos y 30 indirectos.
La inversión también resulta más económica si se compara con la alternativa de tener que comprar en el extranjero los mil 500 cohetes y 12 lanzadores cada año, lo que implicaría un gasto de 76 millones 872 mil 480 pesos, según la ficha técnica.