El presidente Andrés Manuel López acusó que existe una “estructura de dominación” en México, encabezada por los grandes empresarios que se privilegian de los favores políticos del pasado y no paga lo justo por la energía eléctrica impuestos.
En su conferencia matutina de este miércoles sostuvo el presidente que hay una campaña de desprestigio en contra de su reforma eléctrica, promovida por estos magnates y que alinea a partidos políticos de oposición, medios de comunicación e intelectuales.
El presidente aseguró que, de no aprobarse su iniciativa, subirá el precio de la electricidad. Aunque este rotativo consultó a diversos expertos en la materia, como el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), quienes advierten que, de avanzar esta reforma, se va a encarecer el precio de la luz doméstica.
El presidente López Obrador, también dijo, que no todos los empresarios forman parte de esa “oligarquía” y consideró que la mayoría de los pequeños empresarios, como el que tiene una tienda, no se beneficia de esos privilegios.
Durante la conferencia el presidente proyectó una fotografía de una reunión reciente entre los dirigentes del PAN, PRI y PRD con Claudio X González y dijo que es “histórica” porque demuestra la alianza qué hay en su contra.
Insistió en que su reforma es para salvar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pues es una empresa pública, al igual que Petróleos Mexicanos.
Asimismo, descartó que el Tratado de Libre Comercio impida el avance de su reforma constitucional y recalcó: “El tratado no permite que se evite la corrupción y que las empresas abusen de los consumidores.
Lo que prevalece es un abuso, un robo de empresas al erario público.
No obstante, El Sol de México publicó una entrevista el jueves con Kenneth Smith, líder negociador del T-MEC, quien asegura que las empresas que resulten afectadas por los cambios en materia eléctrica podrán acudir a tribunales internacionales para exigir indemnizaciones al gobierno mexicano, o bien, buscar negociaciones para que se retomen los contratos.
Por otra parte, el mandatario federal insistió en que “una banda de malhechores”, dentro de la que incluyó a la oposición, “modificó la Constitución” y los calificó de “alcahuetes”.
También que los dueños de las tiendas Oxxo eran los que mandaban durante los años anteriores a su gobierno y que, pese a que había un Congreso, era un grupo el que controlaba a México y vivía colmado de atenciones y privilegios o no pagaban impuestos.
Sostuvo que debido a esos privilegios hubo una crisis en México y aseguró que su administración está tratando de revertir esto con su reforma eléctrica.
También acusó que los medios de comunicación e intelectuales están en contubernio con esta estructura de desprestigio en contra de su política reformadora.