La firma de los Tratados de Córdoba, entre Agustín de Iturbide, jefe del ejercito trigarante, y Juan O´Donojú, último jefe político de la Nueva España, marcó el fin de una era y el comienzo de otra, señaló el doctor Ricardo Corzo Ramírez, integrante del Instituto de Investigaciones Históricos Sociales de la Universidad Veracruzano.
Durante su conferencia Tratados de Córdoba: Deselance y controversias sobre la Independencia y la transición del régimen político, realizada en el Museo de Córdoba, Corzo Ramírez, enfatizó que los Tratados de Córdoba fueron resultado de un proceso de lucha de varios años y pusieron fin a 300 años de esclavitud.
“Los Tratados de Córdoba significan el fin de una fase y el inicio de otra, entonces con esta conferencia buscamos ver los hilos conductores que llevaron a que se celebraran en Córdoba los Tratados y, por el otro lado las consecuencias que tuvieron en la Nueva España”, dijo.
El historiador destacó que desde la promulgación del Plan de Iguala, el 24 de febrero de 1821, se hablaba del nacimiento de un país encabezado por una monarquia moderada, aunque ya había grupos que hablaban de una República, esquema gubernamental que se consolido hasta 1824 cuando Guadalupe Victoria se convirtió en el primer Presidente de México.
Enfatizó que fueron los Tratados de Córdoba los que dieron continuidad para que O´Donojú firmara, no hubiera más virreyes y de alguna manera llegara el Ejercito Trigarante a la Ciudad de México y con ello se estableció y se proclamó la independencia mediante una monarquia institucional.