Bernardo Gutiérrez Parra
Siempre presto a levantarle el ánimo a los veracruzanos, el gobernador Cuitláhuac García anunció este lunes que su gobierno está atacando “como nunca” el flagelo del secuestro. Y quiérase que no lector, el corazón salta de gozo porque uno se imagina a los secuestradores corriendo sofocados y con la lengua de fuera, mientras los chicos de la Fiscal Verónica Hernández Giadáns los persiguen sin descanso.
Noticias como esa serían de ocho columnas… si fueran ciertas.
¿Cifras, pruebas, datos duros de que en efecto está combatiendo “como nunca” el secuestro? Nada, simplemente la honestidad de su palabra.
Quien le corrigió la plana, como siempre, fue la organización Alto al Secuestro que preside Isabel Miranda de Wallace.
Imposibilitado para revirarle a la señora, Cuitláhuac aceptó que en efecto Veracruz va en primer lugar en ese flagelo. Pero si está así, es porque en la pasada administración el entonces Fiscal Jorge Winckler, no investigada a las bandas dedicadas al secuestro y las dejaba hacer.
Digo, con qué clase de tarugos pensará el señor que está tratando.
¿Cómo es posible que si se está atacando como nunca al secuestro, los delincuentes estén secuestrando más que nunca? Si como dice, con Winckler los secuestradores tenían permiso, de alguien de esta administración debe venir la anuencia cuando los secuestros se han disparado tanto.
¿De qué presume entonces el gobernador?
Los secuestros cometidos durante el bienio de Yunes-Winckler son responsabilidad de ellos, pero los cometidos del 1 de diciembre del 2018 hasta ayer son responsabilidad de Cuitláhuac García en primerísimo lugar.
Isabel Miranda dio a conocer que hay delitos que no se contabilizan como secuestros y ciudades como Coatzacoalcos, donde hace más de cuatro meses que no se tiene registrado ni uno, a pesar de que va en segundo lugar estatal en ese delito. ¿Eso también es culpa de Winckler?
Anoche viendo el noticiero de Ciro Gómez Leyva, me enteré que en el mes de julio fueron secuestradas 124 personas en el país; un 5 por ciento más que en el mes anterior. Ciro se apoyó en una tabla donde mostró que Veracruz está a la cabeza con 17 secuestros, seguido del Estado de México con nueve mientras que Sinaloa, Nuevo León y Tamaulipas tuvieron cinco secuestros cada uno.
Y lo que dijo mientras mostraba los números es lo que enchiló. “Los estados con más casos; sigue estando ahí, en primer lugar, Veracruz. Sigue estando mes con mes, Veracruz”.
Ni cómo revirarle cuando en efecto mes con mes Veracruz puntea en esa maldita tabla.
Alto al Secuestro dice en su informe que los municipios con más secuestros del 2018 a la fecha son Xalapa con 47; Coatzacoalcos y Córdoba comparten el segundo lugar con 43, mientras que en el puerto de Veracruz está en tercero con 38.
Sólo en esos cuatro municipios se han cometido 171 secuestros desde que Cuitláhuac asumió la gubernatura y todos son responsabilidad suya y no de Jorge Winckler. Como también es su responsabilidad todo signo de violencia y de pobreza en la entidad.
Cada niño que se contagie o fallezca por Covid en este regreso a clases presenciales será su responsabilidad, así como cada peso (de las decenas o cientos de millones del erario) que sus colaboradores se están echando a la bolsa. Cada acto de corrupción suyo será su responsabilidad y qué inocente es si piensa que no responderá por ello.
Que Yunes, Winckler, Duarte, Fidel y otros han sido responsables de atropellos, es una gran verdad. Y si tiene los elementos para llevarlos ante un juez ¿por qué no lo hace en lugar de dedicarse a vociferar?
Además, como que ya va siendo hora que Cuitláhuac admita sus yerros, limitaciones y equivocaciones como gobernador, en lugar de repetir hasta la náusea que todo es culpa de los demás.
Al igual que su jefe el Presidente, está abriendo muchos frentes, está dejando cabos sin atar y a la entidad en manos de los criminales. Y eso más temprano que tarde se lo van a cobrar y lo va a tener que pagar.
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