– El castigo corporal humillante, como método correctivo o disciplinario, bajo ninguna circunstancia implican una forma de educarles, expresó.
Xalapa, Veracruz., 15 de Junio de 2021.- La diputada local Cristina Alarcón Gutiérrez afirmó que con la aprobación del decreto que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado, en Veracruz da pasos firmes para erradicar la violencia y el maltrato físico en contra de la niñez y la adolescencia, pues bajo ninguna circunstancia, estos métodos implican una forma de educarles.
Al participar en la Segunda Sesión Ordinaria del Congreso local, Cristina Alarcón, presidenta de la Comisión Permanente de los Derechos de la Niñez y de la Familia, afirmó que el castigo corporal y humillante, es una de las formas de crianza y disciplina que prevalecen en los diversos entornos en donde niñas, niños y adolescentes crecen, conviven y se desarrollan.
“Estas manifestaciones acompañan a niñas, niños y adolescentes hasta la edad adulta, y favorecen la reproducción del círculo de violencia en los entornos en los que conviven, como la familia, la escuela y la comunidad. El paso que hoy se estará dando, representa la muestra más alta del interés que este Congreso tiene por proteger lo más importante que hay en la sociedad: nuestra niñez y adolescencia”, expresó.
E indicó que para la bancada de MORENA, siempre ha sido y será elemental impulsar toda clase de medidas que garanticen al pueblo de Veracruz una vida digna y con calidad, partiendo de la cultura del respeto a los derechos humanos y de los valores, porque sabemos que, solamente así, nuestra sociedad podrá aspirar a horizontes ciertos, alentadores y de la mano de la paz y el orden por los que tanto se trabaja en estos tiempos de transformación.
Destacó además, que con dicha Iniciativa, asimismo de dar cumplimiento al respetuoso exhorto de la Cámara de Diputados para prohibir el castigo corporal humillante, como método correctivo o disciplinario en niñas, niños y adolescentes.
Esto, abundó la legisladora orizabeña, es un claro mensaje de que la violencia o el maltrato físico hacia niñas, niños y adolescentes, bajo ninguna circunstancia implica una forma de educarles, también conlleva a visualizar sus derechos y a forjar un pensamiento social que destierre para siempre los actos de crueldad y dolor, porque en efecto: los golpes en el cuerpo se quitarán algún día, pero en el alma, jamás.
Al hacerlo, dijo, concederemos una enorme posibilidad para que niñas, niños y adolescentes construyan su futuro a través de un presente libre de violencia, pero con sobrado amor y respeto. Todas y todos tenemos la responsabilidad de cuidar, proteger y guiar a las niñas, los niños y adolescentes. Ejercer esa responsabilidad implica tomar decisiones y marcar rumbos. Porque son la esperanza y el motor con el que se transforma nuestro Estado: ¡Esta reforma, va por su felicidad!