El presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a exhibir la propaganda del candidato de la alianza “Va Fuerte por Nuevo León”, integrada por el PRI y el PRD, Adrián de la Garza Santos.
“Cómo creen que me voy a quedar callado si la compra de votos es lo que más ha dañado e impedido que haya una auténtica democracia. Que el presidente que viene de una lucha de años por hacer valer la democracia no enuncie esto porque es injerencia en lo electoral”, refunfuñó.
López Obrador acusó que con la estrategia de De la Garza de ofrecer apoyos económicos bimestrales mediante una tarjeta, que sería activada en caso de llegar a la gubernatura, el candidato compra votos y viola la ley electoral.
“Cómo me voy a quedar callado. Pues no, sea del partido que sea, si hay acciones fraudulentas se tiene que denunciar; si no, para qué se reformó la Constitución para que el fraude electoral sea delito grave”, expresó.
Ayer, el candidato recordó que, en la elección de 2018, cuando contendió por la alcaldía de Monterrey, fue denunciado por las tarjetas rosas, pero las autoridades electorales resolvieron a su favor, que no se trata de compra de votos, “no es nada más regalar dinero, es inversión social”, apuntó De la Garza.
Sin embargo, López Obrador consideró que el candidato del PRI y PRD es impuesto de un grupo de medios del norte del país que defiende esas prácticas en lugar de denunciarlas, por lo que mostró la portada de un diario de circulación nacional.
“Hay que denunciar la entrega de despensas, las amenazas. Todos tenemos que ayudar y no estar pensando que la democracia la van a garantizar el INE o el Trife, pues han sido siempre los más tenaces violadores de la ley y opositores a la democracia”, acusó.
Según las encuestas, Adrián de la Garza es el candidato que ocupa el segundo lugar en las preferencias de voto, dejando en tercero a Clara Luz Flores Carrales, luego de que el priista divulgó una grabación que muestra el encuentro de la candidata con el líder de la secta NXIVM, Keith Raniere.
La difusión de ese video obligó a la candidata de Morena a salir a ofrecer disculpas y catapultó al primer lugar de las intenciones de voto al candidato de Movimiento Ciudadano, Samuel García.
De la Garza opinó que García ha manifestado su apoyo al presidente, pero con esas declaraciones queda claro que Andrés Manuel López Obrador “le está haciendo la chamba”.
“El presidente tiene una responsabilidad como presidente de la República. En la que tiene que dejar garantías de que las elecciones sean limpias, certeras, equilibradas, equitativas. Y creo que ese tipo de declaraciones no hacen más que hacer muy claro cuál es su candidato”, expresó el candidato.
Antecedentes con las tarjetas
La propaganda del candidato consiste en entregar tarjetas que serán válidas por apoyos de mil 500 pesos bimestrales en caso de ganar las elecciones para gobernador, mediante la creación de la tarjeta “Mujer Fuerte” con apoyo económico para las más vulnerables.
En 2017, el Consejo General del INE resolvió que las tarjetas “Mi Monedero Rosa”, “Mi Monedero” y “Mi Tarjeta de Inscripción”, utilizadas en la campaña del candidato priista, Miguel Riquelme, son gastos sin objeto partidista.
“Ofrecer un beneficio concreto, personalizado y específico es un gasto de propaganda que se convierte en una promesa de dádiva, y consecuentemente es un gasto indebido, opinó el consejero presidente”, opinó entonces Lorenzo Córdova, consejero presidente.
En contraste, el Consejo General del INE decidió no multar al PRI por las tarjetas de la campaña de Alfredo Del Mazo, por las diferencias que, a juicio de la mayor parte de los consejeros, existieron entre ambas.
El PRI en Coahuila aceptó explícitamente que estaba conformando un padrón de potenciales beneficiarios en caso de que Riquelme triunfara en las elecciones, mientras que los datos recabados por el PRI en el Estado de México sólo servirían con fines propagandísticos.
Otro caso es la entrega de tarjetas Ingreso Básico Universal de Ricardo Anaya, candidato de la coalición “Por México al Frente”, en 2018.
El órgano electoral determinó que el panista podía repartir plásticos con la promesa de pagar a cada mexicano mil 500 pesos mensuales si ganaba la elección, pues este tipo de propaganda tiene como finalidad dar a conocer una propuesta y, al contar todas con los mismos 16 dígitos de una tarjeta bancaria, no podría funcionar de forma personalizada.