Bernardo Gutiérrez Parra
Mientras se cocina la muy probable candidatura de Ricardo Ahued a la alcaldía de Xalapa, al menos tres personas cercanas a la oficina del gobernador Cuitláhuac García me aseguraron ayer que quien va porque va, es la diputada federal Dorheny García Cayetano, lo que me niego a creer, aunque todo cabe dentro de lo posible.
Si Dorheny es candidata hará la felicidad de mucha gente. El primero de la lista será el propio Ricardo y después todos los aspirantes de los partidos opositores.
Sin demérito a su persona, la chica no trae absolutamente nada con qué ganarle a nadie y será carne de cañón para sus adversarios, por mucho dinero que le meta el gobernador a su campaña.
Y en medio de este estira y afloja, circula en las redes una encuesta de la Consultora Beap donde sin incluir a Ricardo Ahued, la ex diputada federal y ex presidenta municipal de Xalapa, Elizabeth Morales García, tiene las preferencias para quedarse con la candidatura de Morena a la alcaldía que ya gobernó.
De acuerdo con Beap, la encuesta fue aplicada a mil xalapeños entre el 25 y 27 de enero en entrevistas cara a cara. Estas arrojaron que el 21.2 por ciento de los entrevistados quieren que ella sea la candidata, el 8.6 por ciento dijo que tal vez le daría su voto y el 2.2 por ciento no contestó.
La diputada local Ana Miriam Ferraez quedó en segundo lugar con el 9 por ciento y tras ella la también diputada local Rosalinda Galindo con 2.1 por ciento; Ernesto Pérez Astorga con 1.9 por ciento; Aníbal Pacheco y Juan Vergel con 1.7 por ciento. Y los encuestados situaron en las antípodas a Dorheny García Cayetano con un 1 por ciento de las preferencias electorales.
La encuesta reveló que si ya como candidata, Elizabeth se mide con abanderados de otros partidos como por ejemplo David Velasco y Cinthya Lobato, les ganaría con el 28 por ciento de sufragios. Según el sondeo, David obtendría el 21.8 por ciento mientras que Cinthya lograría el 17 por ciento de la votación.
“No sólo las encuestas, sino hasta el sentido común nos están diciendo que la única solución para volver a ganar en Xalapa son Ricardo Ahued o Elizabeth Morales. Pero mis compitas son muy sectarios y no me extrañaría que elijan a la más amiga, a la más fiel al gobernador, a la que tiene años acompañándolos en la lucha y a la más morena de los morenos”, me dijo un distinguido militante de Morena que sentenció: “Pero allá ellos. Nomás no vayan a llorar ni el 6 de junio por la noche ni el lunes siguiente por la mañana”.
¿Desbandada de priistas en Tuxpan?
En el norteño municipio de Tuxpan no cayó nada bien que el PAN (en alianza con el PRI y PRD) se quedara con casi todo el pastel rumbo a las elecciones del 6 de junio. Y es que el blanquiazul nombrará candidatos a la alcaldía y a las diputaciones federal y estatal.
De hecho el candidato (nada de precandidato) panista a la presidencia municipal lo será (ya lo es) José de Jesús Mancha, protegido de Miguel Ángel Yunes Linares y distanciadísimo del líder estatal de su partido, Joaquín Guzmán Avilés al que le ganó el brinco.
En corto, Joaquín había dicho que Mancha sólo pasaría sobre su cadáver, pero no necesitó morirse para quedar en ridículo y con ello defraudar a los panistas tradicionales que se sienten traicionados por el nativo de Tantoyuca.
Pero quienes están lo que le sigue a furiosos son los priistas porque sienten que más que relegarlos los mandaron al rincón del olvido y amenazan con revelarse.
El único cargo que le tocó al PRI fue la sindicatura por la que competirá Michelle Gustin, que ayer se registró en la Ciudad de México e incluso se fotografió con Pepe Mancha.
Más que conseguir sufragios para la fórmula Mancha-Gustin, la labor de Michelle será la de convencer a los priistas tuxpeños que aguanten vara y la apoyen. Con el apoyo del PRI Pepe Mancha no tendrá problemas para ganar la alcaldía, pero sin esos votos la situación se le puede complicar y mucho.
En ese sentido Michelle Gustin deberá tejer muy fino y apelar a la ya histórica disciplina partidista; disciplina que en otras ocasiones los ha sacado adelante como ocurrió en 2012 cuando regresaron al poder.
Las patadas debajo de la mesa, las traiciones y sobre todo una desbandada de tricolores, darían al traste con la alianza PRI, PAN, PRD en Tuxpan, un puerto que no pueden ni deben darse el lujo de perder.
Juan Rivas, en el camino
Cuando el abogado constitucionalista Juan Rivas Contreras dio a conocer sus intenciones de ser candidato a la diputación federal de Morena por el distrito de Xalapa Urbano, comenzó con una aceptación de diez sobre noventa. Es decir, apenas un puñado de morenos le brindaron su apoyo.
Conforme avanzaron los días esa aceptación subió a cincuenta sobre cincuenta. Y actualmente está en setenta sobre treinta lo que es un logro formidable en tan poco tiempo.
Juan se ha convertido en tema en los corrillos políticos xalapeños que lo ven como una excelente propuesta para la legislatura federal. Hay consenso en que este joven es garantía de que los veracruzanos tendrán a un buen legislador porque conoce la Constitución y conoce de leyes. Pero sobre todo, hay la certeza de que no será otro diputado más del montón.
El hecho de que en poco tiempo se hable de Juan Rivas Contreras y que la mayoría de los comentarios sean positivos, debe ser una señal para que la cúpula de su partido revise su palmarés y se decida. Si en el 2018 jugaron un papel preponderante las tómbolas y el pago de favores, para el 2021 urgen políticos de a de veras, propositivos y con altura de miras.
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