El arribo de un gobierno honesto y comprometido era inaplazable y fue la clave para impulsar, desde el inicio, todos los proyectos que hoy benefician al pueblo de manera palpable, irrefutablemente convertidos en realidad: Veracruz se está transformando.

Así lo expresó el gobernador Cuitláhuac García Jiménez durante su comparecencia ante el Congreso del Estado, con motivo del Segundo Informe de Gobierno, donde enfatizó uno de los mayores logros a dos años de gestión: disminuir 24.67 por ciento la incidencia delictiva en general y ubicar a Veracruz en el lugar 17 a nivel nacional en materia de homicidios dolosos.

Destacó que lo anterior ha sido posible gracias a la coordinación con fuerzas federales, el cambio radical en la procuración de justicia estatal, nuevos aires en el Poder Judicial y la decisión irreversible de terminar con el legado de violencia. “No es que no sucedan los delitos, sino que los aliados de los delincuentes ya no están en el Gobierno ni en la Fiscalía General del Estado”.

Mucho tiene que ver la estrategia de bienestar que atiende a los más desfavorecidos con verdaderas oportunidades de desarrollo, así como la directriz de austeridad y combate a la corrupción para sanear las finanzas y cubrir deudas históricas, entre éstas, 2 mil 272 millones de pesos a organismos públicos descentralizados y 212 por juicios laborales y administrativos.

“Dijeron que un servidor había endeudado a Veracruz por la reestructuración y utilizar mecanismos de financiamiento temporal a finales de cada año. La mentira se les cayó cuando Hacienda dio a conocer que esta administración había reducido la deuda heredada”, manifestó.

Por primera vez en la historia, la entidad tiene tres indicadores del Sistema de Alertas en verde, lo que derivó en mejor calificación crediticia; al tiempo que la transparencia en el ejercicio de los recursos quedó demostrada con el aumento de 22.41 puntos porcentuales en el Índice de Información Presupuestal Estatal del Instituto Mexicano para la Competitividad.

Sin ello, enfrentar la pandemia habría sido más complicado; “no tuvimos que pedir recurso emergente porque lo teníamos y contábamos con un plan de intervención en centros de salud y hospitales abandonados; muy a tiempo diseñamos la estrategia contra la rápida expansión de contagios y el peor escenario, que nunca llegó, pero estábamos preparados”.

Al precisar que la inversión por la contingencia fue de mil 043 millones de pesos, el mandatario exhortó a las y los veracruzanos a no confiarse, pues el coronavirus no se ha ido; también reconoció el esfuerzo del personal de salud, así como a las alcaldesas y alcaldes alineados con las estrategias sanitarias estatal y federal.