El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció este lunes un decreto para que la gestión de las presas tenga como prioridad evitar inundaciones en lugar de generar electricidad, tras el desastre provocado por Eta en el sureste del país.
“No ha habido un buen control de las presas, que lo va a haber ahora. Ya no se va a priorizar la generación de energía eléctrica sino la protección civil. Voy a emitir un decreto”, dijo el mandatario en su conferencia de prensa matutina desde el Palacio Nacional.
López Obrador causó polémica este domingo durante una visita a las zonas damnificadas en el estado de Tabasco, donde admitió que su Gobierno optó por “inundar” zonas indígenas y pobres del estado para evitar daños mayores en la capital, Villahermosa.
Este lunes, el presidente confirmó que el 7 de noviembre pidió a los técnicos que desfogaran “poco a poco” la presa de Peñitas, en riesgo de romperse por las lluvias de Eta, porque de lo contrario “se iba a pique todo Tabasco”, su tierra natal.
Además, ordenó cerrar la compuerta del río Carrizal, que pasa por Villahermosa, para no inundar esa ciudad de 857 mil habitantes.
“Se cerró y eso significó más agua hacia la zonas baja, que son las comunidades indígenas. Medimos que se iban a venir al agua, pero no como en otras ocasiones”, admitió el mandatario, quien prometió ayudas para los damnificados.
López Obrador dijo que se vio obligado a optar “entre inconvenientes” porque históricamente “no ha habido un buen control de las presas” y reiteró que presentará “un decreto para que ya el manejo de las presas se subordine a la protección civil y que sean presas para proteger a la gente y que no haya inundaciones”.
Los estragos
Primero como huracán y luego como depresión tropical, Eta azotó desde el 3 de noviembre a Centroamérica y luego al sureste mexicano, causando al menos 130 muertos y escenas de destrucción.
Según el último recuento oficial de México, donde murieron 28 personas, en Tabasco hubo 8 fallecidos y 302 mil 498 afectados, en Chiapas 20 muertos y 54 mil 976 afectados, y en Veracruz 10.848 afectados.
“La gente está siendo atendida. Hay cocinas, se va a apoyar siempre con alimentos y medicinas, se les va a reparar los daños, se les van a entrar recursos para enceres, muebles, camas, estufas, lo que hayan perdido a todos los damnificados”, prometió el mandatario.
El presidente confirmó que se sigue desfogando las presas de la zona por precaución ante el paso del huracán Iota en el mar Caribe, si bien todavía no está claro que afecte a México.