El excandidato presidencial panista, Ricardo Anaya, afirmó que el presidente Andrés Manuel López Obrador no ha estado “a la altura del momento histórico que representa la actual pandemia y llamó a los colaboradores del Ejecutivo “a dejar el silencio cómplice y la lambisconería”.
En un video difundido en sus redes sociales, el exdirigente panista, en alusión a la autodenominada Cuarta Transformación, sostuvo que “ningún movimiento político puede atribuirse en la historia un lugar que no se ha ganado” y expresó que que el mandatario federal hace una interpretación tramposa de la historia, por lo que advirtió que esto “representa un peligro de la megalomanía” que padece.
Como parte de la promoción que hace a su libro, “El pasado, presente y futuro de México”, Anaya publicó un tercer video en el que argumenta cómo las malas decisiones de López Obrador afectan al país y a todos los mexicanos y en este sentido subrayó en su mensaje que las malas decisiones del Presidente empiezan en la manera tramposa en que interpreta la historia y, explicó que, la narrativa oficial es muy desafortunada al sostener que el ascenso al poder de López Obrador representa una Cuarta Transformación de la magnitud de: la Independencia, la Reforma y la Revolución.
Dijo que el problema de esto, es que el discurso del presidente es erróneo, porque “ningún movimiento político puede atribuirse en la historia un lugar que no se ha ganado. Ni Benito Juárez se atrevió a proclamarse como el protagonista de la segunda transformación, ese lugar en la historia se lo ganó con hechos”, puntualizó.
En este sentido, expresó que el rasgo más preocupante de la manera en que López Obrador interpreta la historia de México “está en su megalomanía, o sea, en su delirio de grandeza” y detalló al respectó que “la historia nos enseña que el gobernante megalómano no escucha, no cambia de opinión. Siempre cree que tiene la razón, y aún frente a la evidencia en contrario, pues siempre tiene otros datos”.
“Es un poco como el loco que va en el periférico en sentido contrario y piensa que los demás son los que están equivocados. Todos sabemos en qué acaba eso”, señaló.
Por ello, concluyó que lo más peligroso de esta actitud, “es que un megalómano jamás rectifica, porque cree que su estrategia es la correcta, aunque todo indique que el barco se está hundiendo”.
Rafael Ramírez | El Sol de México