Presentamos el libro “Servidores de la Nación”, en el auditorio del OPLE Veracruz, este pasado viernes y tuvimos la oportunidad de hablar sobre la obra de Rafael Hernández Estrada, fundador del PRD y exdiputado federal, quien logró realizar una investigación profunda de la manipulación de los programas sociales, el reclutamiento de un ejército de empleados llamados Servidores de la Nación, desviar recursos públicos federales para mantener a estos burócratas, que promueven la imagen del Presidente Andrés Manuel López Obrador, así como de Delegados y Coordinadores con aspiraciones electorales, para próximas elecciones en el 2021, manipulando voluntades con la condición de otorgarles becas o apoyos, bajo la condición de ser obedientes militantes de MORENA.

Ésta fue nuestra presentación, la cual, hacemos un balance de cómo se trafica con la pobreza y vulnerabilidad de los mexicanos. Y compartimos a las y los inteligentes lectores: “Millones de mexicanos pensaban que Andrés Manuel López Obrador era un hombre listo, con un discurso opositor y referente. Siempre crítico durante los Gobiernos de Fox, Calderón y Peña Nieto. Su estrategia, lo colocó como el presunto líder de quienes no tenían voz, la izquierda prometida y opositora a los regímenes centralistas. Ante el hartazgo de los mexicanos en contra de los partidos políticos en el poder, los votantes optaron por elegir a un partido de nueva creación, MORENA, con las siglas de AMLO, una marca que por 18 años se creyó ser una presunta oposición a la corrupción, combate a los desvíos de recursos, imponer la justicia y realizar cambios significativos para México…

Nunca se tomó en cuenta, sus cambios de nombre, de Manuel Andrés a Andrés Manuel López Obrador, ya que sus siglas originales eran MALO y no convenían para una campaña electoral. Y el destino lo señaló como “MALO”, bajo un presunto accidente, al matar a su hermano, por jugar con una pistola, en su natal Tabasco. Ese mismo destino, jugó con los mexicanos, quienes nunca consideraron una mala opción, al elegir como Presidente de México, a un político que duró 13 años estudiando una carrera universitaria. Tampoco se tomó en cuenta, que MALO o AMLO nunca ha pagado impuestos y sólo ha vivido como crítico de la política. Andrés Manuel López Obrador asegura que siempre se mantuvo de la venta de sus libros, los cuales, hoy dudamos, ser de su autoría.

Al asumir la Presidencia del país, López Obrador tuvo muchas expectativas y conforme pasaban los meses, fue incumpliendo con cada una de ellas. Sus promesas de campaña quedaron en el dicho e imperó un discurso de polarización y encono entre los mexicanos, con el fin de tratar de destruir las instituciones, imponer a aliados incondicionales en los Poderes Legislativo y Judicial, así como en la Suprema Corte de Justicia, quitando a quienes le estorbaba, incrustando a esposas de sus socios, viejos constructores, con cuestionada reputación. Centralizar todo el control del país en una sola persona, es iniciar una dominación carismática, cómo describiría Max Weber, en su libro Economía y Sociedad, conteniendo carácter, heroísmo, liderazgo y religiosidad… La historia ha registrado el inicio de muchos gobiernos, que años después, se convierten en verdaderas dictaduras. Y México está en proceso de un gobierno dictatorial.

Lo que tanto criticó Andrés Manuel, era que los recursos para los más necesitados se destinaran a empresas afiliadas al PRI y PAN, así como a la presunta Mafia del Poder… Hoy, contradictorio y quien olvida su oratoria, el propio Presidente de México invita a los ciudadanos a cooperar para el TELETÓN, con el único fin de reanudar las relaciones con TELEVISA. Muy contrario, con otros medios de comunicación, a quienes los tilda de ser conservadores, enviando una señal a sus seguidores, bots y AMLOVERS a que demeriten a todo aquel que critique al Presidente, como un ejército que sólo recibe órdenes y no piensa, analiza o cuestione la liturgia o evangelio de quien ya se siente el Mesías de México, con sus libros y publicaciones morales, teniendo un sesgo de imposición religiosa.

López Obrador es el rey de los distractores. Todos los días en sus mañaneras, lanza discursos superficiales, que en realidad no informan a la ciudadanía, sino al contrario, confunden y desarrolla incertidumbre, mostrando tener el poder para hacer lo que el Presidente decida, ordene y si es necesario, mandar al diablo a las instituciones para literalmente desmantelarlas, infringiendo la Constitución, olvidando el Estado de Derecho y demeritando la carrera profesional gubernamental. Y sus fines van más allá. Pretende controlar a Magistrados Electorales, cambiando la normatividad en la designación de Consejeros, bajo el control del Comité Técnico y debilitar al Instituto Nacional Electoral y otros órganos autónomos, para ser dominados por López Obrador. Y lamentablemente, quienes lo siguen y aceptan sus políticas públicas, en su mayoría, tienen bajo nivel de estudios, son analfabetas disfuncionales, pues no leen y reciben estas famosas becas. Y sólo un grupo exclusivo de MORENA, entre académicos, algunos políticos y líderes sindicales, se reparten el poder en el país.

El tema que nos ocupa, sobre el análisis e investigación de los Servidores de la Nación es de extrema importancia. Se recluta a un ejército de empleados y aplaudidores afines a Andrés Manuel López Obrador, para que casa por casa se aborde a la gente y externarles que los programas sociales se les están otorgando gracias al Presidente. En pasados sexenios y desde Carlos Salinas de Gortari, estos programas sociales eran utilizados para apoyo a grupos vulnerables y combate a la pobreza. Y a cambio, votarían por el partido en el poder. Hoy las reglas de operación política y electoral han cambiado, ya que se está construyendo una estructura paralela al Gobierno Federal, con el fin de usarse para próximas elecciones, en beneficio de partidos de nueva creación y además, con miras a una posible reelección presidencial.

Las pugnas internas de MORENA han logrado el prematuro envejecimiento de este partido político en el poder. Y eso no le preocupa a López Obrador, ya que sabe, tener el control de este enorme ejército de Servidores de la Nación y financiados con dinero público, evidenciando actos de corrupción al desviar recursos para la promoción electoral del Presidente. Y lo que tanto criticaba, ahora lo hace.

Según Rafael Hernández Estrada, autor de este libro de consulta obligada, son $tres mil 329 millones de pesos, que comprende la nómina y gastos de operación de los Servidores de la Nación, quienes van de casa en casa, en colonias de extrema pobreza, para levantar el llamado “Censo para el Bienestar”, así como la entrega de apoyos para los beneficiados. Esta estructura burocrática, también tiene otros gastos, que se anexan al monto, por los 220 millones de pesos. Comparando estas cifras, lo destinado al ejército de alabadores Servidores de la Nación es la mitad del presupuesto de estados como Colima y Baja California Sur, con un presupuesto para este 2020 de seis mil 750 millones de pesos.

Rafael Hernández Estrada va más allá… El autor de este libro que ahora presentamos en Xalapa, capital de Veracruz, que por cierto, estado gobernado por MORENA, brinda cifras escalofriantes, al comparar los sueldos de un Coordinador General de Programas para el Desarrollo, de $136 mil 663 pesos o el de un Delegado Estatal de Programas para el Desarrollo, con un sueldo de $122 mil 512 pesos, los dos mucho mayores al del propio Presidente de México, el cual, es de $111 mil 900 pesos… Mientras, los soldados llamados Servidores de la Nación, quienes trabajan hasta 15 horas al día, perciben un sueldo de $10 mil 217 pesos al mes. Estas cifras son con base la información proporcionada por la Nómina Transparente de la Administración Pública Federal. Cabe destacar, que el actual Delegado Estatal de Programas para el Desarrollo en Veracruz Manuel Huerta Ladrón de Guevara, quien también percibe un sueldo de $122 mil 512 pesos, ha sido acusado por trabajadoras de la Secretaría de Bienestar, por el delito acoso sexual, hostigamiento e imponer junto con su staff nepotismo y tráfico de influencias. Y esto señoras y señores, es el presunto cambio de la 4T.

Un día, acompañé a una persona a Banco Azteca y me asombró la multitud de usuarios, quienes estaban realizando fila para el cobro de las famosas Tarjetas para el Bienestar. Preguntando, me aseguraron ser una constante todos los días de la semana. Violentando la Ley de Adjudicaciones, López Obrador ha designado contratos de forma directa, ejerciendo su poder como Presidente de México. Y es algo, que años atrás criticaba con singular alegría. El Gobierno Federal opera la discrecionalidad en la información, imponiendo opacidad en la adjudicación de contratos y las invitaciones a proveedores se hacen de forma amañada y secreta. Colocan candados, para descartar a empresas no aliadas y facilitan a otras, con especificaciones que sólo cumplen estos mismos proveedores, quienes son amigos, familiares o prestanombres del propio Presidente o Gobernadores de estados, como ocurre en Veracruz. Cabe señalar, haberse detectado, empresas recomendadas por el hijo del Presidente de México, Andrés Manuel López Beltrán.

Me llamó la atención, una publicación, en la que hace un análisis de los programas sociales de López Obrador y citaremos el estado que guarda cada uno de ellos:

1.- Sembrando Vida, un fracaso.

2.- Jóvenes Construyendo Futuro, un fracaso.

3.- INSABI, un fracaso.

4.- La venta del avión, un fracaso.

5.- La estrategia de seguridad, un fracaso.

6.- El crecimiento económico, un fracaso.

Y el término de Misantropía, se aplica perfectamente al Presidente de México… Las características son el manipular sin remordimientos, formando seguidores como soldados que agreden, insultan y demeritan a todo aquel que critica a López Obrador, polarizando el ambiente político, imponiendo hostilidad social, en lugar de unificar a los mexicanos. Y esto se muestra como un malsano sadismo, pues es una venganza que aplica Andrés Manuel López Obrador, a todo aquel que lo criticó, ni apoyó en su proyecto, observándose un claro resentimiento a una sociedad que lo despreció en algún momento…

Si observamos con detenimiento, la misantropía en López Obrador también detecta el sentirse superior y cree que todo lo que hace es correcto, aun cuando expertos y analistas nacionales e internacionales aseguran que su política interior y exterior llevará al país a una crisis política, económica y social.

Me resta invitarlos a que adquieran este libro, lo lean y de todos los datos que aporta Rafael Hernández Estrada, les motive una molestia, enojo e indignación, como ocurrió, cuando esta obra llegó a mis manos y lo leí con mucha atención. Y nos revela un plan maestro, para preparase a una posible reelección de López Obrador, la cual, provocará que el país se vaya a una guerra civil entre grupos criminales, autodefensas, un ejército disminuido, incremento de violencia en contra de la ciudadanía y nula inversión nacional e internacional en el país. Y mientras, ver a un payaso, que pretende ser Presidente, dividiendo a la población como Fifís y Chairos diciéndonos una y otra vez que en México, todo está bien. Todos somos felices, besos, abrazos y no balazos, “me canso ganso”, “Yo tengo otros datos”, “Es culpa de los conservadores”, cuando en realidad, México sufre un claro desmantelamiento de sus instituciones y se está desangrando, por una imperante violencia…

Y los mexicanos no nos merecemos este Gobierno ocurrente.

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