EFE y AFP

Un individuo enmascarado, armado y con gasolina, mantuvo este martes como rehenes a los pasajeros y al conductor de un autobús en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, a los que amenaza con incendiar el vehículo automotor desde su interior.

Para detenerlo, francotiradores de la policía tuvieron que dispararle, según informó un portavoz.

“Fue necesario disparar”, declaró a la televisión Globo el coronel Mauro Fliess, precisando que 31 personas se hallaban retenidas en se momento como rehenes en el bus y no 16 como se había indicado previamente.

Al menos seis rehenes habían sido liberados previamente. La toma de rehenes se inició hacia las 5H30 locales (08H30 GMT).

La policía intentaba negociar con el secuestrador, que según el portal G1 tenía una pistola y un bidón de gasolina, cuando se oyeron los disparos que lo abatieron, provocando aplausos de la muchedumbre de curiosos presentes en el lugar.

“La prioridad absoluta es la protección de los rehenes”, tuiteó poco antes del desenlace el gobernador del estado de Rio, Wilson Witzel.

El tránsito en el puente, que está ubicado sobre el mar, fue interrumpido sentido Río de Janeiro y helicópteros de la PM apoyan la acción policial.