Los efectos del calentamiento global son reales y la NASA se encargó de resumirlos en sólo dos imágenes; las fotografías que dejan en evidencia la desaparición del Glaciar Okjökull, mejor conocido como OK muestran cómo era este en 1968 y cómo es en la actualidad.
En las tomas aéreas puede verse el gran cambio que vivió la zona; en la más antigua, OK, ubicado en Islandia, se ve como una masa grande de hielo blanco que ocupa la mayor parte de una ladera y que, según los científicos, medía 38 kilómetros cuadrados a principios del siglo pasado; en la reciente, el hielo ocupa sólo la cumbre de un volcán y se dispersa en algunas zonas cercanas.
Ahora lo que antes fue una enorme explanada blanca, se ve cubierto de tierra. Los cálculos actuales indican que tiene menos de un kilómetro cuadrado de hielo, razón por la que en 2014 OK fue declarado el primer glaciar muerto en Islandia.
Aquí vivió un glaciar
En un acto simbólico, el próximo 18 de agosto, un grupo de científicos subirá a la cima del volcán para colocar una especie de lápida para conmemorar la muerte del glaciar y dejarlo como un testigo del riesgo latente que corre nuestro planeta ante la crisis climática.
“En memoria del fallecido Okjökull, un glaciar que alguna vez fue icónico y que fue declarado muerto”
NASA
Además, la placa contendrá una advertencia certera: “Con este monumento reconocemos que sabemos lo que está sucediendo y lo que hay que hacer. Sólo en el futuro se sabrá su lo hicimos”.
Sobre la extinción de los glaciares, diversos estudios han estimado que, si no conseguimos detener el calentamiento global causado por los seres humanos, los glaciares podrían desaparecer en los próximos 200 años trayendo con ello desastres incalculables como inundaciones, huracanes, desaparición de territorios insulares, etc.
Fuente: SDP Noticias