** Entre todos los Problemas que mantiene y enfrenta Veracruz como estado, hay uno que de tan visible, pocos ven: la Migración extranjera que los Derechos Humanos y grupos han pugnado porque no se le llame “ilegal”, pero que a efectos prácticos, lo es: entran sin papeles por el sur de México, en caravanas o traídos por traficantes, y otros más de manera individual, y aquí, en nuestras ciudades, quienes padecen, sufren o tratan de ayudar, ven el fenómeno bajo otro prisma.
** Tan sólo en la ciudad de Veracruz, la última oleada migrante de Honduras, de fin e inicio de año, dejó en las calles porteñas a grupos de varones y mujeres deambulando en cruceros, calles, plazas y mercados. Por toda la conurbación se ven a mujeres incluso venezolanas, ofreciendo chicles o dulces, entre el arroyo vehicular. En los cruceros a hondureños pidiendo “un peso” para comer. En las vías férreas a salvadoreños e incluso por el mercado Unidad Veracruzana, ya se han hecho populares un par de pubertas negras originarias, dicen, de Belice.
** ¿Cómo sobreviven las calles veracruzanas? Reacios a hablar “tú sabes, por los papeles: aquí rondan policías, mejor así…” dice una joven que no rebasa los 20 años, piel negrísima, cabello rizado, chanclas de hule, short y camiseta ombliguera: se niega a las fotos; asegura que vive “allá en ese hotel…” uno de muy mal aspecto en la zona más deprimida del todavía Centro de la ciudad. Sólo sale con su amiga, a la que conoció “en el trayecto”; aseguran ser beliceñas, pero los que se acercan dicen que no, que son de Tegucigalpa. Ambas salen al caer la tarde, poco antes de que el mercado cese su actividad. Compran lo básico. No cuentan cómo obtienen dinero para comprar en las tiendas “de conveniencia…”
** En la esquina, un par de policías en bicicleta, no disimulan seguir la conversación con las chicas. Apostados en una calle del mercado que nos transporta fácil a la India, los puestos invaden el arroyo vehicular y en un punto, lo han cerrado por completo a la circulación: asombrosamente ese día, festivo, un par de extranjeros blancos, con mochila, hacían la ronda en esa calle, y los policías se dividían la curiosidad entre el par de mujeres y el par de hombres jóvenes que trataban de indagar algo en escaso español.
** Los contrastes. Extranjeros de “quinta” y de “primera”, entremezclados. Buscándose la vida. ¿Quién los ve? ¿El señor Edgar González del INM de Veracruz tendrá injerencia en el fenómeno? ¿A qué se dedica este “titular” que no “delegado” como dice, del Instituto Nacional de Migración en Veracruz, que su trabajo no se ve, no se conoce? ¿Tendrá responsabilidad en toda esta migración que deambula, desorientada y desvalida, por Veracruz, Boca del Río y ahora, nos reportan, hasta en Medellín y Alvarado?
OLEADA DE TRAPEROS EN VERACRUZ, Y NINGUNA AUTORIDAD HACE CASO…
** En Boca del Río los desterraron, y parece que todos se vinieron a Veracruz: hay más. Cada periodo vacacional, como el que terminó de Semana Santa, nos deja en la ciudad una masa de varones aptos para el trabajo, pero que deciden “trabajar” en las calles: acomodando carros según ellos, “cuidando” las calles y los vehículos. Siempre agresivos o acosadores con las Mujeres. Y con los hombres: sedas.
** Ya no están sólo en los primeros cuadros del Centro Histórico porteño. Copan toda la ciudad: frente a Escuelas, Hospitales, restaurantes y cafeterías. Se adueñan ya de calles y avenidas enteras y ahora se extendieron a las colonias y fraccionamientos vecinos al bulevard: quieren controlar quién se estaciona y quién no, en las calles. Deciden, como en el periodo vacacional que parece no acabar de Semana Santa –todavía hay mucho turismo en las calles- qué garajes tapar o por dónde tiene que circular el propio vecino que va a su casa o sale a su trabajo.
** Así sucedió esta Semana Santa por todo Centro, Zaragoza, Reforma y Flores Magón: un trapero en cada esquina, en cada boca calle. Hasta cuatro en una avenida. La mayoría, por no decir todos, no son veracruzanos: vienen de Puebla, Tlaxcala y el Estado de México, principalmente. Aquí lo hemos denunciado: pero las Autoridades civiles y militares no hacen caso del fenómeno. No lo ven como un problema de Inseguridad y menos de Higiene y Salubridad : ¿dónde creen que hacen sus necesidades fisiológicas las personas que están en las calles?
** Los cruceros tienen hasta ocho varones de lado y lado. Hasta que no suceda una desgracia, es como la SEMAR o la nueva Policía Municipal de Veracruz, tomará cartas en el asunto. Se les ha dicho y reiterado. Por eso se extinguen los Oficios: ya no encuentras Carpinteros, Pintores, Eléctricos, Zapateros, Fontaneros, Sastres, Mecánicos, Albañiles o Jardineros, jóvenes, entre la multitud de oficios útiles y honrados: porque los gobiernos permiten que varones aptos para trabajar, “trabajen” en las calles imponiendo su “ley” y pidiendo, y en algunos casos exigiendo, dinero a una Ciudadanía rehén de esta política de “no veo nada”.
EL INFIERNILLO…
** Nos confirma una fuente del sur veracruzano, que la Fiscalía envió personal para empezar a ubicar cuerpos humanos presumiblemente de personas que estaban Secuestradas, en un sitio conocido como “El infiernillo”, en la congregación de “Allende” de Coatzacoalcos. Obviamente la FGE no quiere que la Prensa ubique el sitio. Y las órdenes son precisas: despistar. Pero un grupo organizado de Familiares en búsqueda de Desaparecidos ya está en el punto. Pero no es un grupo veracruzano de los conocidos. Lo que motiva extrañeza hasta en los peritos que laboran en el sitio. Pasamos solamente el dato.
** Ya jueves queridos: ánimo.
DEL DICCIONARIO A LA DIABLA…
CONTENCIÓN.-Lo que se hace actualmente en Veracruz en Seguridad: no prevención, no Inteligencia, no política de cambio.
DESCONTROL.-Lo que hay en Veracruz en la mayoría de sus ciudades: el control de las calles, lo tienen visiblemente otros.
INCERTIDUMBRE.-Sensación real: sesgada por lo mediático y atizada por las experiencias.