POR: SEVERO FRANCISCO MAR MORALES

“CON ESPECIAL AFECTO PARA EL ING. ERIC PATROCINIO CISNEROS BURGOS,
SECRETARIO DE GOBIERNO DEL ESTADO DE VERACRUZ, JUARISTA DE CORAZÓN,
AL AFIRMAR QUE ¨””DEBEMOS HACER NADA POR LA FUERZA Y TODO POR
LA RAZÓN Y EL DERECHO””

El 21 de marzo de 1806, a 213 años de distancia, se conmemora el aniversario del natalicio de un prócer de la historia de México, uno de los personajes más emblemáticos y significativos de nuestro país debido a su gran labor por afianzar los destinos de una nación más justa, libre, independiente, igualitaria y liberal.

Benito Pablo Juárez García, insigne defensor de las instituciones republicanas, es un mexicano universal, indudablemente la figura más conocida de nuestra historia y está vivo en nuestra conciencia social. Su carácter como brújula indeclinable, jamás se desvió de un punto cardinal: el servicio de la patria.

Juárez García fue Gobernador del Estado de Oaxaca en tres ocasiones, en el año de 1847 como interino, en 1849 al ser reelegido y en 1857 por voto directo, caracterizándose su gestión al frente del gobierno de Oaxaca por lograr un equilibrio económico y social y por haber llevado a cabo múltiples obras públicas para beneficio de todos quienes vivían en el pueblo oaxaqueño.

Con la generación de la reforma se precisa el espíritu modernizador de la nación mexicana. La batalla de Juárez no fue sólo en defensa de la integridad territorial y de la vigencia republicana. Significó también, la afirmación del Estado en la vida nacional.

Al consolidar la sociedad civil, transformó las estructuras del país con la fuerza del derecho. A ello se debe en gran parte, la consistencia de las instituciones democráticas.

Juárez el funcionario público, el magistrado, el gobernante, es paradigma de honestidad e inalterable vocación de servicio. Austero por naturaleza, jamás lo perturbaron inquietudes materiales. Espíritu inexpugnable ante los embates de la ambición, predestinado a las más altas responsabilidades y a las más nobles tareas, hizo de su vida cátedra permanente de patriotismo. Su nombre es arquetipo para los justos y reproche para los claudicantes.

Juárez es un símbolo de México. Después de tres siglos de servidumbre, un hijo auténtico de esta tierra personificó ante todas las naciones, la expresión de nuestra soberanía. Infundió confianza en su propio valer a todos nuestros compatriotas y en particular, a quienes como él eran de origen humilde. Su imagen encarnó la presencia del mexicano en la historia y su memoria es razón de esperanza para nuestra nación.

Benito Juárez personificó el respeto a las instituciones. Este fue su más grande legado con el que forjó el moderno Estado mexicano. Simbolizó la legalidad y con ello, la supremacía del orden constitucional, desde que al golpe de Estado de Comonfort, cuando éste, vacilante, desconocía la Carta Magna emanada de la Revolución de Ayutla, Juárez asumió el gobierno legitimo y sostuvo la bandera de la Constitución.

Juárez representó la voluntad de consumar una profunda transformación sobre los anacronismos subsistentes del antiguo Estado y para ello, cimentó un nuevo orden institucional al expedir las Leyes de Reforma que actualizaron la organización de la sociedad civil sobre las bases reformistas de la separación de la Iglesia y el Estado.

Juárez nos enseñó –y grave riesgo correríamos de no recoger su lección- que sólo en el orden jurídico es posible la libertad individual; con la vigencia de la Ley se suprime la desigualdad y se asegura la autonomía del pensamiento y la conciencia de los hombres, y sólo con el supremo imperio de la Constitución, podemos progresar en la paz, crecer en la justicia y vivir en la democracia.

Juárez, es un hombre de su tiempo, pero también lo es de todos los tiempos. El indio de Guelatao, con su oscuridad de bronce viejo, su aspecto de ídolo pétreo, provenía de un antiguo drama histórico. Era solemne, calculador, prudente, reflexivo, ordenado, conciliador, firme, severo, suave, impenetrable. Sus postulados hoy en día tienen plena vigencia, sobre todo en lo que se refiere a la formación de un Estado civil moderno inspirado en un liberalismo auténticamente mexicano: laico, racional y progresista.

A Benito Juárez, sólo la muerte pudo apartarlo de su empeño, pero no lo apartó de la cátedra que los mexicanos seguimos recibiendo en su memoria; memoria de patriotismo acrisolado, de voluntad tenaz, de sacrificios sin límite, de estoica generosidad.
Juárez y México están fundidos para siempre; pronunciar el nombre de uno implica el nombre del otro. México antes de Juárez no era sino un alboroto de facciones; después de Juárez fue simplemente, la Patria.

Recordemos siempre entre muchos de sus postulados los siguientes: “La defensa de la Patria y de la libertad es un deber imprescindible: importa la defensa de nuestra propia dignidad, del honor y dignidad de nuestras esposas y de nuestros hijos, del honor y dignidad de todos los hombres”. “Que los hombres no somos nada, que los principios son el todo”. “El primer gobernante de una sociedad no debe tener más bandera que la ley; la felicidad común debe ser su norte, e iguales los hombres ante su presencia, como lo son ante la ley; sólo debe distinguir mérito y a la virtud para recompensarlos; al vicio y al crimen para procurar su castigo”. “El que no espera vencer, ya esta vencido”. “Mi deber, que tengo la firme resolución de cumplir, es no atender a los que sólo representen el deseo de un corto número de personas, sino la voluntad nacional”. “La paz descansa en el sólido apoyo de la opinión general; mantenerla es la mejor garantía de las instituciones libres y la base indispensable para el progreso social”. “No reconozco fuente de poder más pura que la opinión pública”.”México vive. Un pueblo no sucumbe al capricho del poderoso, si defiende la causa de la justicia, de la civilización y de la humanidad”.

Cabe hacer énfasis y puntualizar que en el gobierno del Estado de Veracruz, destaca la figura del Secretario de Gobierno en la persona del Ing. Eric Patrocinio Cisneros Burgos, quien durante su intervención ante los medios de comunicación, días antes de tomar protesta del cargo, se definió como un “juarista” y señaló que buscará la gobernabilidad en el estado “con pleno respeto a la libertad de expresión (…) como juarista que me considero, creo que debemos hacer nada por la fuerza y todo por la razón y el derecho”. Destacó asimismo que, en la nueva etapa en Veracruz, el gobierno combatirá la ilegalidad, el influyentisimo, la corrupción y la impunidad. “Eso será la historia que no volveremos a repetir en Veracruz. Va a terminarse el gobierno simulado” y agregó que también se predicará la austeridad. “No debe haber gobierno rico con pueblo pobre”, mencionó Cisneros Burgos.

Es también de destacar las palabras vertidas por el Secretario de Gobierno, el dia de ayer durante la entrevista realizada en el programa denominado “Entre-Vistas” por la conductora Claudia Elena Mortero quien hizo referencia a que “… el Registro Civil es una gran deuda del Estado que tiene con muchisimos veracruzanos a lo largo de muchisimos años, primero es un logro de la Reforma, es un logro de Juárez, es un logro de Flores Magón el hecho de que podamos tener un Registro Civil y una identidad que nos permita a partir de ahí, poder generar toda nuestra vida con identidad, con un nombre, con una secuencia, de quienes son nuestros padres, de quienes son nuestros abuelos…”

No se pierda de vista jamás que para Benito Juárez, el Estado de Veracruz tuvo un significado especial y gran trascendencia en su vida. Baste mencionar que aquí en Veracruz, se signan un 12 de julio de 1859, la LEY DE NACIONALIZACIÓN DE LOS BIENES DEL CLERO; un 23 de julio del mismo año, se suscribe la LEY DEL MATRIMONIO CIVIL; un 28 de julio del referido año, se promulga LA LEY SOBRE EL ESTADO CIVIL DE LAS PERSONAS; y por si fuera poco, un 31 de julio también de 1859, se expide el DECRETO DE SECULARIZACIÖN DE CEMENTERIOS.

También es de mencionar que un 11 de agosto de 1859, Benito Juárez expide el DECRETO DE LOS DÍAS QUE SERÁN FESTIVOS Y PROHÍBE LA ASISTENCIA OFICIAL A LAS FUNCIONES DE LA IGLESIA. Por último, siendo Presidente Interino Constitucional de la República, con las amplias facultades de que era investido, expidió también en Veracruz, un 4 de diciembre de 1860, el DECRETO DE LEY SOBRE LIBERTAD DE CULTOS.

CUANDO LOS PROBLEMAS QUE AFRONTE EL PAÍS PAREZCAN ARDUOS E INTRINCADOS, CUANDO LAS DISCREPANCIAS AMENACEN LA PAZ DE LAS CONCIENCIAS Y, POR CONFUSIÓN, PENSEMOS QUE ESTÁN CERRADOS TODOS LOS CAMINOS, NO VOLVAMOS LA MIRADA A OTROS HORIZONTES QUE NO SON NUESTROS, QUE NADA O MUY POCO PUEDEN ENSEÑARNOS: PENSEMOS EN JUÁREZ Y VOLVAMOS LA MIRADA A OTROS HORIZONTES: PENSEMOS EN BENITO JUÁREZ Y VOLVAMOS LA MIRADA A GUELATAO.