- Los priistas no nos podemos convertir –como en los tiempos de Hitler- en colaboracionistas de la arbitrariedad, dice la directora de la Revista Siempre!
- Advierte que la única forma de impedir el avance de un régimen absolutamente autoritario es ganando y recuperando posiciones en el Congreso.
- El partido no debe equivocarse a la hora de renovar la dirigencia nacional y los candidatos no deben ser impuestos, señala.
Xalapa, Ver., 04 de marzo de 2019.- El PRI no tiene derecho a morir. La muerte puede ser en muchos casos inevitable, pero en otros, es imperdonable. El PRI no tiene derecho a cavar su tumba, porque ningún otro órgano político ha sido el arquitecto e ingeniero de los cimientos sobre los cuales fue construido el México moderno, expresó Beatriz Pagés, directora de la revista Siempre!
“Cuando hablo de cimientos no me refiero solamente a hospitales, museos o escuelas. Me refiero a libertades, a leyes, a la división de podres, a democracia. Los sistemas de salud, laboral, agropecuario, judicial, de comunicaciones y transportes, educativo, hacendario, cultural y muchos otros fueron creados durante los gobiernos encabezados por el Partido Revolucionario Institucional”, detalló.
Durante su conferencia “Los Retos del PRI en el actual Contexto Nacional”, en el marco del 90 Aniversario del partido, acusó que con el argumento de que se trata de instituciones creadas por regímenes neoliberales y corruptos, se pretende tirar a la basura lo que México y los mexicanos hemos construido durante 109 años, y pareciera que estamos en la época de la inquisición.
En el auditorio “Jesús Reyes Heroles” en las instalaciones del CDE, y ante la presencia de la presidenta Lillian Zepahua, integrantes del CDE, representantes de sectores y organizaciones, así como militantes, resaltó que el 1 de diciembre de 2018 llegó a la Presidencia de la República un régimen con evidentes rasgos autócratas y totalitarios y que en los primeros 100 días de administración, se han sufrido las consecuencias de decisiones caprichosas.
Por ejemplo, la cancelación de obras monumentales como el aeropuerto de Texcoco, el cierre de ductos de gasolina, reformas financieras fallidas como la de Pemex, nulo ejercicio del gasto, nombramiento de inexpertos e improvisados en áreas de gobierno, decisiones que han llevado a las calificadoras internacionales a decir que México ya no es un país confiable para la inversión, entre muchas más.
Resaltó que los priistas no nos podemos convertir –como en los tiempos de Hitler- en colaboracionistas de la arbitrariedad. Hay luces rojas de alarma que nos obligan a estar alertas.
El PRI tiene que decidir, desde ya, si va a permitir que avance un proyecto de ese tipo o si va a tomar la decisión de operar como un partido decidido a movilizarse para ganar la elección intermedia de 2021, porque la única forma de impedir el avance de un régimen absolutamente autoritario es ganando y recuperando posiciones en el Congreso, dijo.
La periodista, resaltó que el drama del PRI empieza en casa, pues son priistas, muchas veces los primeros en avergonzarse de serlo, son priistas los que se olvidan y menosprecian su pasado histórico, son priistas quienes han permitido que otros partidos le arrebaten figuras como Morelos, Juárez o Lázaro Cárdenas.
Asimismo, son priistas quienes han permitido por omisión, indiferencia o malas decisiones el desmantelamiento del PRI. Se ha permitido que Morena nos arrebate y se apropie de nuestro pasado histórico. Si nos descuidamos pueden llevarse al mismo Plutarco Elías Calles, manifestó.
Beatriz Pagés, puntualizó que el partido no debe equivocarse a la hora de renovar la dirigencia nacional y los candidatos no deben ser impuestos, ni seleccionados a partir de intereses, complicidades y compadrazgos.
“Si el próximo dirigente del PRI es electo de manera amañada y antidemocrática, el partido va a terminar siendo devorado por Morena. Y no solamente eso. La desaparición del PRI va a significar la consolidación de un proyecto dictatorial tipo Venezuela del que México no se va a poder liberar tan fácilmente”.
Para concluir, enfatizó que hoy no sólo está en juego el destino del PRI. Está en riesgo la República, está amenazada la economía, la legalidad, la tranquilidad de cada mexicano. “Está amenazado el vuelo del águila que un día se posó en el centro de un valle para construir una nación libre. No encadenada”.