Por Edgar Hernández*
¡El diputado Edmundo Martínez Zaleta, demanda la intervención federal para detener la ola delincuencial!
Mientras el gobernador Cuitláhuac García sigue emperrado en pelear con el Fiscal General, Jorge Winckler, Veracruz se desangra y hace justicia por propia mano.
El México bronco despierta desde Veracruz.
Anoche ante el vacío de poder cinco secuestradores fueron quemados vivos por pobladores de Soledad Atzompa. Horas antes, el municipio de San Juan Evangelista fue tomado a sangre y fuego por una horda criminal ultimando a cuanto policía encontraron a su paso.
Mientras en la oficina del Gobernador se maquillan las cifras, se minimizan los hechos delictivos y se redobla el empeño por tumbar al Fiscal.
Cuitláhuac lo alucina.
Las cifras, sin embargo, no mienten. Veracruz ocupa el primer lugar nacional en secuestros –diez por semana- según la Presidenta de la Organización “Alto al Secuestro” -¡Regresa por favor Duarte o ya de perdida Miguel Angel Yunes- y en materia de feminicidios no bajamos del primer sitio, llevamos 10 en lo que va del año.
“El culpable de la inseguridad es Winckler”, grita el atarantado de Cuitláhuac. El Fiscal le responde que a quien corresponde la prevención del delito corresponde a la Secretaría de Seguridad Pública, no a la Fiscalía. “Que ya venga entonces la Guardia Nacional”, declara Cuitláhuac… ¡Up´s, no está enterado que la Guardia Nacional no existe, es aun proyecto.
El caso es que la criminalidad va en aumento.
En enero se registraron un centenar de homicidios dolosos -103 para ser precisos- y los asaltos de casa habitación dejaron de ser estadística al cerrarse y tapiarse calles y casas, guarecerse las familias armadas. Ya no hay denuncia a las autoridades, lo que sí es un hecho son las autodefensas.
Este viernes se busca remover al Fiscal Winckler, desde el Congreso por la vía del juicio político. Ello ha dado lugar a que el gobierno del estado esté prácticamente paralizado esperando noticias.
El crimen, sin embargo, no para.
Son 6 los carteles que tienen de rodillas a Veracruz con ciudades rehenes: Coatzacoalcos, Córdoba y Orizaba, así como Xalapa, bajo su dominio… y eso que apenas llevamos escasos cien días de gobierno.
Ya mismo ante el Congreso Federal, el diputado Edmundo Martínez Zaleta llamó al gobierno de López Obrador a contener la terrible hemorragia que está sufriendo Veracruz ante tanta violencia. “Los veracruzanos vivimos con miedo”, dijo desde su curul.
Y no le falta razón… pero para Cuitláhuac lo importante, lo más importante es ahora tumbar a Winckler, después la gloria, todo se solucionará como por arte de magia.
El costo de no saber y no ponerse a trabajar con gente adecuada ha lugar a que solo de buenas intenciones este construido el gobierno del cambio. Para Cuitláhuac bien aplica aquello de que cita Jorge Suárez Vélez, que “Tienen muy en claro que hacer, pero no tienen la menor idea de cómo operar”.
Imposible aplaudir que don “Cui” baje el presupuesto anual destinado a la procuración de justicia, le quite todo el apoyo logístico –helicópteros y aviones incluidos- a la Fiscalía solo por joder a Winckler, mientras Veracruz, está convertido en un infierno.
Al 18 de enero la cifra oficinal de desaparecidos en la entidad alcanzó los 15 mil ubicados en seis municipios y de manera muy localizada en las proximidades del puerto de Veracruz.
“Tan sólo en Colinas de Santa Fe hemos hallado más de 289 cuerpos, y lo peor es que todo indica que hay muchas más fosas por descubrir. Hoy es un día (Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada) que no debería de existir”, expresó Rosalía Castro, vocera del colectivo Solecito.
Sal a la herida por el pleito Cuitláhuac-Winckler es arrojada por este último al declarar que van 366 asesinatos en los últimos 80 días.
Ambos no tienen vergüenza. Y es que se vaya o no Winckler, la escalada criminal seguirá ya que el problema no es Winckler, el problema es Cuitláhuac.
Cobra por ello relevancia atender el llamado de Martínez Zaleta cuando hace público a nivel federal la escalada de violencia que vive Veracruz.
“A diario hay asesinatos, feminicidios, secuestros y toda clase de delitos, sin que en la mayoría de los casos se haya detenido a los responsables”. Y remata: “Veracruz necesita del apoyo del gobierno federal para evitar que se convierta en un estado sin ley”.
Buena y oportuna la exigencia del diputado federal. Tal vez mejor la que han propuesto otros personajes de la vida nacional, grupos y sectores –el mismo radio Bemba- de que la solución está en que se vaya Cuitláhuac.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo