La Delegación Regional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte, en el marco del Día Mundial del Síndrome de Asperger, exhorta a los padres de familia a estar atentos ante en el comportamiento y desarrollo de sus hijos, con el objetivo de detectar signos del padecimiento, informó la psiquiatra del Hospital General de Zona N° 11, Sol Esther Domínguez Méndez.

El síndrome de Asperger es un trastorno neurológico que pertenece a los desórdenes generalizados del desarrollo, el cual se caracteriza por retrasos de las aptitudes de socialización y comunicación. El origen de esta condición es multifactorial, tiene un componente genético muy importante, además hay otros factores que pueden contribuir a su desarrollo como el consumo de alcohol y sustancias nocivas en los padres, la edad, procesos infecciosos permanentes y enfermedades metabólicas.

La especialista mencionó que los síntomas consisten en alteraciones del desarrollo de las habilidades esperadas según la edad del niño. Por ejemplo, si a los tres meses no hay presencia de sonrisa; a los 24 meses se presentan alteraciones del lenguaje; si el infante pierde una habilidad que ya había adquirido; si existe la dificultad de contacto social o emocional aunado a comportamientos y rutinas rígidas, hay que sospechar del padecimiento.

El síndrome de Asperger puede presentar complicaciones asociadas con los trastornos que con mucha frecuencia acompañan a esta enfermedad como el trastorno por déficit de atención, de control de los impulsos, del ciclo del sueño, de ansiedad y depresión. Por otro lado, también están asociadas con las dificultades para la inclusión en diferentes ámbitos y el desarrollo pleno de los individuos con esta condición.

El tratamiento para controlar el trastorno tiene dos vertientes fundamentales, el manejo contractual que se orienta al desarrollo de habilidades sociales, emocionales, comportamientos y de lenguaje; asimismo, de ser necesario un tratamiento farmacológico para los trastornos que acompañan a esta enfermedad.

Por último, la psiquiatra Domínguez Méndez, hizo hincapié en que la prevención de este padecimiento está dirigida a limitar los factores de riesgo, además de prestar total atención al desarrollo de habilidades y aptitudes de los infantes con el objetivo de detectar algún signo que alerte la presencia de este síndrome para realizar una intervención temprana.