¡Hay de plazas (SEV) a plazos (PGR)!

 

A la par del abucheo magisterial en el marco de su comparecencia en el Congreso veracruzano, el titular de la Secretaría de Educación, Enrique Pérez Rodríguez, carga otra pesada loza, la de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.

Al eterno aliado de Miguel Angel Yunes Linares, como al perro más flaco, le han cargado todas las pulgas.

La federación revive documentación incriminatoria sobre vida y obra de Pérez Rodríguez, quien ha ostentado 18 cargos federales, estatales y municipales de 1975 al 2016.

Y si bien no hay información que la clase política y parte de la opinión pública no conozca sobre este personaje, revivirla en estos momentos en que se está sucediendo el cambio de sexenio y el juicio sumario a Joaquín Guzmán Loera en Washington, cobra especial significado.

De priista de cepa a panista recalcitrante nuestro amigo Pérez ha visto transcurrir más de 40 años de su vida profesional y política en medio de claroscuros, de misterios y de secretos jamás revelados.

Pasó por el CEN del PRI, fue asesor jurídico en el Congreso local, trabajó para el ayuntamiento de San Andrés Tuxtla, también estuvo en el IMSS en el área jurídica, al igual que en CFE, participó en la campaña de Miguel de la Madrid, también laboró en la Secretaría del Trabajo; fue el particular del Secretario de Gobierno, Miguel Angel Yunes, en las áreas de Prevención y Readaptación Social de SEGOB, el ISSSTE, y es el actual titular de la Secretaría de Educación de Veracruz hasta dentro de tres días.

Desde luego que lo mejor de su vida pública ha sido la supeditación al lado de su jefe y amigo Miguel Angel Yunes por 26 años, una ronda de amistad  acompañada de Manuel Muñóz Ganem, Juan Herrera Marín, Mario Marín, Jaime Tellez Marie, José Luis Lagunes López y Enrique Ampudia, algunos ya fallecidos, otro alejado por ruptura.

Pero éste Pérez no es ningún Pérez cualquiera.

Enrique Pérez Rodríguez, como Director General de Prevención y Readaptación Social, fue señalado en el 2001 como el artífice de la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en Puente Grande, Jalisco.

Por estos días de manera por demás singular, el centro de poder y conflicto de México ha revivido la historia de Evaristo Nucamendi Barradas, quien fue parte del grupo de seguridad del presidente José López Portillo.

“Un día vino Pérez Rodríguez a Puente Grande (penal de México seguridad) y la fuga fue al día siguiente; ahí llegó y se dice que le dijo (a Joaquín Guzmán): prepara a dos de tus gentes porque te voy a mandar al COC (Conductas especiales). Hay demasiada presión y ya no te puedo tener aquí; agarra a dos gentes para que te acompañen”.

El periodista Julio Sherer García en su libro “Máxima Seguridad: Almoloya y Puente Grande” en la página 33 de su título también habla del involucramiento de Pérez en la fuga de “El Chapo” y medios de comunicación diversos también dieron cuanta del suceso, así como las ligas que propiciaron ese gran escape.

Mientras el Procurador de esa época (27 de Febrero 2001), Rafael Macedo de la Concha, advirtió que las indagaciones para conocer la realidad en torno a la fuga de Joaquín Guzmán Loera, que afecta directamente a Enrique Pérez Rodríguez “se extenderán hasta Miguel Angel Yunes Linares”.

En los hechos, no sería así.

Días antes de la fecha arriba citada, el diario Reforma (1/2/2001) informó que el eslabón perdido, podía ser uno de los subdirectores de Puente Grande, arraigado también, Luis Francisco Fernández Ruiz, alias “El Celaya”, responsable de seguridad interna.

“Según la nómina de pagos, publicada por Reforma, esta persona habría recibido 10 mil dólares mensuales de cada uno de los tres capos –El Chapo, El Güero y El Texas-, el beneficiario Fernández Ruiz había sido “ayudante” de Herrera Marín, uno de los más cercanos a Yunes Linares”.  

El 11 de abril, semanas después de la fuga de “El Chapo”, Enrique Pérez renuncia, aunque siempre se mantuvo en la mira la PGR, más ahora que el capo está haciendo revelaciones en el juicio que le siguen en Estados Unidos.

Por definirse aun ¿quién le abrió la puerta principal de Puente Grande a “El Chapo” y por instrucciones de quién? ¿Cuánto se pagó? y ¿En qué consistió la llamada “Operación Jarocha” que permitió la fuga?

Luego de la fuga, Pérez tuvo que renunciar, pero el andamiaje humano, el equipo de amigos, ahí siguió.

Ahí siguieron Juan Herrera Marín como director del penal de las Islas Marías, donde también ocurrieron insólitas fugas y Mario Marín, quien después de Pérez sería nombrado director del penal de Puente Grande.

Hoy el hilo de la madeja vuelve a aparecer 17 años después ¿Por qué y para qué?

Tiempo al tiempo.  

  

*Premio Nacional de Periodismo