* Cierra la investigadora Sonia Morán el Primer Ciclo de Conferencias para conmemorar el Día Nacional de la Protección Civil

 

Xalapa, Ver.- La capital veracruzana es una de las ciudades con alto riesgo de actividad sísmica; el terremoto de Xalapa en 1920, que arrasó con gran parte de la población e infraestructura es un recordatorio de ello, por eso es fundamental estar preparados ante cualquier contingencia, señaló la investigadora y evaluadora del Programa Nacional Hospital Seguro Ante Desastres, Sonia Morán Rodríguez.

 

Al impartir la conferencia Lo que el sismo nos dejó,en el marco del Primer Ciclo de Conferencias para conmemorar el Día Nacional de la Protección Civil, la especialista alertó sobre la naturaleza, características y especificaciones de los sismos, y presentó un recuento de los ocurridos en la Ciudad de México, Chiapas, Guerrero, Puebla y Morelos.

 

Indicó que México tiene una alta vulnerabilidad a la actividad sísmica por el movimiento entre las placas tectónicas, sobre todo las fallas, es decir, cuando se superponen. Éstas, dijo, se encuentran en toda la costa del Pacífico: “En Xalapa estamos altamente expuestos, cualquier sismo de Chiapas o Guerrero lo sentimos, porque estamos cerca de los epicentros”.

 

Explicó que lo sucedido en 1920 puede volver a pasar por el llamado punto de retorno; cuando hay un sismo de gran intensidad como el de 1985, se estima que puede repetirse después de 30 años; en este sentido, recordó que si en 1920 se suscitó un evento casi o más mortífero que el de la CDMX, éste puede volver a ocurrir, por la cercanía de la capital del estado con las fallas y zonas apicentrales como Guerrero y Chiapas.

 

“Recientemente se publicó un artículo dedicado a este sismo, que revela la gran cantidad de eventos que rodean a la ciudad de Xalapa, hay que tener cuidado y poner atención a la capital veracruzana, al igual que en Puebla, la CDMX, Guerrero o Morelos”.

 

Sonia Morán detalló que una vez que se genera un sismo éste libera su energía hacia todos lados, como una bomba atómica, y se divide en magnitud e intensidad. Aunque haya medio punto entre uno y otro, hay millones de diferencias, “una inmensidad de energía liberada, y sobre todo el nivel de destrucción”.

 

Hizo un recuento de los movimientos telúricos de Chiapas y Morelos, y explicó cómo la falta de una cultura de protección civil hizo que se perdiera muchas vidas, “una vez que comienza un sismo, tenemos 60 segundos para salir, es muy poco, pero es un mundo de tiempo también”.

 

Asimismo, habló sobre las fallas estructurales de los inmuebles que se derrumbaron, y lo poco que cambió la política en la industria de la construcción tras el evento de 1985, lo que quedó evidenciado con el terremoto de Morelos, el 19 de septiembre de 2017.

 

La investigadora añadió que la capital veracruzana avanza en la ruta correcta, pero se necesita aún mucho por hacer, sobre todo en materia de concientización sobre cómo actuar, qué hacer y dónde acudir antes, durante y después de cualquier evento que ponga en riesgo a la ciudadanía.

 

El director de Protección Civil Municipal, José de Jesús Vargas Hernández, entregó reconocimientos a los conferencistas que participaron, así como a todos los asistentes, y dio por clausurados los trabajos del Primer Ciclo de Conferencias para conmemorar el Día Nacional de la Protección Civil.