Desde su inicio en diciembre de 2016 tuvo un 128 por ciento de incremento respecto a 2015 en asesinatos.
VERACRUZ, Veracruz. 06 de agosto de 2018.- Los luces de alerta siguen prendidas en el estado de Veracruz, pues en el Semáforo Delictivo tan solo en el mes de junio del presente año se encendieron seis focos rojos y cinco se encuentran en ámbar, lo que refleja el mal trabajo de las autoridades estatales por frenar los indicies delictivos.
Esto no es nuevo, ya que desde el año 2016 cuando el actual gobernador Miguel Ángel Yunes Linares asumió el cargo, la violencia en Veracruz ha ido en aumento y el gobierno panista fue incapaz de encontrar la forma de inhibir los delitos de alto impacto que se toman como referente para el Semáforo Delictivo.
Las estadísticas demuestran que tan sólo en diciembre de 2016, cuando Yunes Linares tomó las riendas del estado se cometieron 126 asesinatos, un incremento del 128 por ciento con respecto al 2015 y de 127 por ciento comparado con la media nacional.
En su afán de controlar Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, a través del Congreso del Estado, nombró a Jorge Winckler Ortiz como Fiscal General por un período de 9 años hasta el 2025.
Lo que no calculó Yunes Linares fue que su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez perdería la elección del pasado 1 de julio para sucederlo en el cargo y con ello sus planes de continuidad se vendrían abajo.
Los resultados en materia de seguridad en el primer año de gobierno del panista fueron desastrosos, así lo reflejan los focos rojos en la mayoría de los municipios.
El desglose del Semáforo Delictivo indica que sólo en el municipio de Veracruz se cometieron mil 555 asesinatos, una tasa de 20.3 homicidios por cada 100 mil habitantes.
La violencia no dio tregua a Veracruz en 2017, se incrementó en 30 por ciento con respecto al año anterior y se disparó en 80 por ciento con respecto a la media nacional.
Todo esto ocurrió mientras Miguel Ángel Yunes Linares se dedicaba a gobernar a través de redes sociales con video mensajes alejados de la realidad.
Durante los primeros seis meses del año 2018, la fiscalía a cargo de Jorge Winckler fue incapaz de frenar la ola de asesinatos en la entidad, así lo demuestra el Semáforo Delictivo que si bien refleja una disminución apenas perceptible del siete por ciento con respecto al 2017, el incremento con respecto a la media nacional es del 27 por ciento.